Poder Político
Último vagón
México en el entramado de la geopolítica posee una posición de privilegio para un exponencial crecimiento en el engranaje de la economía durante la gestión de gobierno por iniciar este primero de octubre, que le permitiría transitar de la precariedad que acusa en la actualidad hacia una pujante sustentabilidad de impacto a la prosperidad social; se trata de la última oportunidad para lograr este estatus de constante crecimiento a partir del fenómeno de la relocalización de las empresas de Estados Unidos y europeas asentadas en tierras asiáticas al territorio nacional, el denominado «nearshoring».
El Tratado de Libre Comercio México Estados Unidos y Canadá, denominado T-MEC, vigente desde el primero de julio de 2020 al cabo de su primer lustro, conforme a su reglamentación será motivo de una evaluación y los arreglos a que haya lugar, iniciado el 2025; en el que la Secretaría de Economía encargada a Marcelo Ebrard deberá hacer una responsable negociación técnica para acrecentar las ventajas del saldo positivo logrado al corte de este primer tramo.
Desde una sesuda evaluación técnica respecto de los ámbitos que configuran fortalezas y replantear sustantivas mejoras en donde poco provecho hubo, deberá tenerse en cuenta los considerandos de que este país se distingue por una codiciada vecindad con el principal consumidor de bienes y servicios, conectividad logística por los Océanos Atlántico y Pacífico, además de recursos naturales y humanos.
En el contexto de una actualización sus arreglos como potente región comercial norteamericana ante los otros bloques comerciales, halla todo el sentido el corredor comercial que conecta el Tren Transístmico entre los Puertos del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y Coatzacoalcos, Veracruz; los recursos naturales y el recurso humano, son fundamentales para beneficiarse en la última oportunidad que se tiene para evolucionar hacia una sustentable prosperidad macro y micro.
Una vez que concluya el Tren Transístmico y puesto en operaciones se erigirá en un detonante que beneficiará también a la región sureste, al tenerse en cuenta el costo rentabilidad de esta infraestructura para el flujo comercial respecto de un Canal de Panamá; emproblemado además porque las embarcaciones enfrentan un caos, incidido por el bajo nivel los océanos en esa zona.
México es un polo de atracción para la producción agropecuaria como vocación originaria en la que deberá tenerse una prioridad armonizada con la economía secundaria de la industrialización para lograr multiplicar los dividendos, a reflejarse en la balanza comercial; aparejado con el enclave del ecosistema tecnológico para empresas como Amazon, Google, Apple, Microsoft, con potenciales planes de crecimiento de extender su influencia hacia Latinoamérica; así como las automotrices y otras tantas que pueden sumarse al exponencial dinamismo socioeconómico.
El beneficio de actualizar las reglas comerciales de la región tendrá que pasar por la implementación de estímulos fiscales que por igual beneficien a inversionistas económicos directos, nacionales y extranjeros; las mismas condiciones en las tres naciones que incluso tendrían un punto trascendental en el andamiaje en la seguridad jurídica
Bajo el paraguas de la relocalización de las empresas sobre todo estadounidenses de Asia hacia México, la deliberación entre las naciones socias comerciales de Norteamérica pasa con puntualidad en la seguridad jurídica, habida cuenta que este aspecto fundamental fue punto de conflicto incluso por estos lares, en particular con la industria eléctrica privada afectada desde la legislación que al final en un segundo momento fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Arraigar o no la prosperidad del dinamismo socioeconómico en este país pasa por los fundamentos legales, que incluso deberán incluir la dignificación de la comunidad de trabajadores obreros y profesionales de origen mexicano en los Estados Unidos de América, que será ineludible de acatarse aun cuando eventualmente Donald Trump sea electo para un segundo mandato presidencial.
La negociación debe pasar por la transición el estatus legal de connacionales que por años trabajan en actividades agropecuarias con unas condiciones de desventajas al grado de explotación hasta la carencia en seguridad social, que a los vecinos les representa grandes ganancias.