Remanentes del COVID-19 en 2024

El COVID-19, que duró más de tres años, dejó una marca imborrable en la salud global y continúa afectando la vida en 2024

La pandemia de COVID-19 duró más de 3 años, desde su declaratoria por la OMS en marzo de 2020 hasta su conclusión oficial en mayo de 2023; infectó al 10% del planeta, con saldo cercano a los 30 millones de muertes. Para comprenderla, su referente más cercano es la gripe española, que cobró la vida de más de 40 millones entre 1918 y 1919; tal como el COVID-19, acumulando la mayoría de sus muertes entre 2020 y 2021, una cifra cercana a los 20 millones. Pero el virus de esta gripe, antepasado de la actual influenza A H1N1, siguió mutando y provocando olas de contagios con rebrotes focalizados por toda Europa y Asia; con intermitencia pero importante letalidad a lo largo del siglo XX, sin vacunas ni la medicina actual pudo haber acumulado un histórico de hasta 100 millones de muertes. El mismo comportamiento se observará con el SARS-CoV-2, virus causante de la enfermedad COVID-19. 


Esta pandemia ya finalizó, pero el virus se ha quedado entre nosotros; sobreviviendo, mutando y contagiando organismos desprotegidos y vulnerables; discretamente seguirá provocando algunos rebrotes puntuales y cobrando algunas centenas y hasta millares de vidas a lo largo de los próximos años y lustros. Mientras no se logre una vacunación universal con un biológico altamente eficiente y confiable al 99.99%, seguirá siendo una amenaza latente.


El COVID-19 llegó para quedarse, muestra de ello es el repunte de casos en todo el mundo desde enero, y con mayor auge en este verano. Norteamérica y Europa han registrado rebrotes de cierta relevancia, sin exigir demasiado a los sistemas hospitalarios ni comprometer la salud de la gran mayoría de los contagiados. Tal el es el caso del octogenario Presidente estadounidense Joe Biden, convaleciendo sin problemas, y de decenas de atletas en los Juego Olímpicos de París. Ya se habían advertido nuevas variantes del SARS-CoV-2 durante los primeros meses del año en Estados Unidos, China, Corea, Japón y la Comunidad Europea, debido a su alta densidad, dinámica y movilidad poblacional, económica, comercial y migratoria. Se especula que aún existen variantes no detectadas en distintas regiones; también se han registrado algunas mutaciones en herbívoros silvestres y animales que conviven con humanos. Pero la hipótesis más aceptada en la comunidad científica, es la del surgimiento de nuevas variantes en pacientes infectados con un sistema inmune disminuido, enfermedad o padecimiento crónico, vacunación nula o incompleta. En un organismo con defensas bajas sin capacidad de detenerlo o eliminarlo, el virus mutaría sin resistencia alguna.


El Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral de México, reporta cerca de 11 mil casos de COVID-19 y alrededor de 420 muertes en lo que va del 2024; destacan casos en niños menores de 4 años. La cepa dominante en esta ola es la KP.3 y llama la atención porque uno de los grupos más afectados son éstos niños. Los estados con mas contagios y decesos son CDMX, Nuevo León, Querétaro y Estado de México. Tabasco acumula más de 1,300 casos sospechosos, más de 250 confirmados y cerca de 15 defunciones. El SARS-CoV-2 ya es un virus endémico, y por un buen tiempo seguirán sus rebrotes temporales y focalizados, con enfermos, hospitalizados y hasta decesos, pero sin el genocidio de su pandemia


Sin embargo, debemos seguir promoviendo aquellas medidas preventivas que nos libraron del contagio y la muerte; como el uso de cubreboca si tenemos sospecha o padecemos alguna enfermedad respiratoria, el higiene personal y lavado de manos al preparar alimentos o ir al baño, la sana distancia y el mínimo contacto con enfermos. Junto a la vacunación, estos buenos hábitos nos protegerán de ésta y muchas otras enfermedades; minimizando riesgos y contagios sobre la población más vulnerable: personas sin vacunas, adultos mayores y enfermos con comorbilidades de alto riesgo como la diabetes, hipertensión y obesidad. Confiar en que el COVID-19 ya pasó y que no volverá, es bueno; pero desconfiar de ello, es mejor! ( drulin@datametrika.com/ Investigador Titular, UJAT/Director General, Datametrika Co.)