ANÁLISIS A FONDO
25/03/2025
Los negocios, la economía y las políticas de Trump
Entre la serie de acciones propuestas por Donald Trump está la persecución y deportación de migrantes, sobre todo indocumentados. Esta política no sólo es inhumana sino que tiene impactos económicos para el país que deja de tener mano de obra barata. Habiendo revisado las principales tendencias de la economía mundial y el papel de los Estados Unidos en ella, lo mismo que cómo funcionan los negocios y la economía, el autor ofreció un acercamiento a la política de los aranceles. Toca ahora ver la cuestión de los trabajadores migrantes.
Parte XI: las principales políticas de Trump (inmigración ilegal)
Es necesario establecer con claridad que los billonarios generalmente (hay excepciones) acumulan riqueza aparentemente por su gran inteligencia, pero en realidad por depredar a los demás ciudadanos, otros pueblos, o la Naturaleza. Los medios y las narrativas no pueden aceptar esta verdad y por ende buscan a quienes culpar por la situación mala de los trabajadores de sus respectivos países. Uno de los grupos más visibles son los inmigrantes indocumentados. El mismo adjetivo "ilegal" que es aplicado no se agrega a otros criminales, su personalidad no se afecta por su acto ilegal. Solamente se reserva el adjetivo despreciativo para el inmigrante sin papeles oficiales, para etiquetarlo como la estrella de David que los Nazis obligaron a los ciudadanos judíos a exhibir en su ropa.
¿Cuál es el papel del "inmigrante ilegal" en los Estados Unidos (o en México)? Hace el trabajo que el ciudadano no hace. Por ejemplo, en el accidente reciente en el puerto de Baltimore hubo 6 muertos, todos inmigrantes, algunos ilegales, ya que es un trabajo peligroso, doloroso y fastidioso andar en el puente más elevado del puerto arreglándolo a la 1 de la mañana para un sueldo que el ciudadano considera insuficiente. También pasan 8 a 10 horas al día en el sol levantando las cosechas que los ciudadanos no solo no quieren levantar, sino estoy seguro no pueden levantar. Hacen el trabajo pesado y sucio en la construcción, limpian los platos de los restaurantes del país, cuidan a los niños, limpian las casas y oficinas, arreglan jardines y caminos en el pleno polvo, sol y calor, etc.
Efectivamente, los "ilegales" forman lo que Marx calificó como un "lumpen" (sub) proletariado, excluido de los beneficios básicos del proletariado (seguro social, salario mínimo, condiciones legales de trabajo, etc.). Su papel además de hacer lo que nadie más desea hacer, a sueldos y condiciones de trabajo ridículos para los ciudadanos, es competir con el proletariado en ciertas actividades para que el trabajador legal vea que hay una alternativa más barata a él a la mano. Esta presión afloja las demandas laborales en toda la pirámide económica. Por ello, es muy apreciado por los empresarios chicos y medianos que dependen en gran medida del ilegal. No tanto a los grandes billonarios y sus empresas que utilizan inmigrantes legales como en la tecnología.
Pero, el planteamiento político-socio-cultural en contra del ilegal es hecho por la base de trabajadores legales quienes se sienten afectados por la presencia de los ilegales en su territorio, su sociedad, y con una cultura desdeñable. Ellos votaron a sacar a los ilegales del país en la creencia que esa política va a mejorar a su nivel de vida. Efectivamente, en términos de cancelar la competencia del ilegal con el ciudadano, va a tener un impacto positivo en los sueldos ofrecidos a los ciudadanos, pero solamente en las actividades que el ilegal hace, actividades que el ciudadano no desea, o no puede hacer, aun con un incremento modesto en el sueldo pagado al ilegal. Pero, en lo económico, habrá serias perdidas para todos los sectores que dependen del trabajo del ilegal. De hecho, en donde se han amenazado a los ilegales, nadie levanta la cosecha, limpia los platos, casas, jardines y calles, o hace el trabajo pesado en la Construcción y otras industrias.
Esta pérdida económica toma la forma de un producto reducido (desde jitomates a casas), y por ende una inflación en esos productos y servicios, aparte de una baja general de la actividad económica por ser afectado una parte de la cadena productiva (si no hay jitomates, sube su precio, pero también el precio de las salsas de jitomates). Si un número elevado de ilegales están deportados las pérdidas económicas llegarían a las variables macros: PIB, Empleo, Inflación, Tasa de interés, y el Valor del dólar. Por ello, no creo que se cumpla la promesa de deportar a todo ilegal. Mucho antes, los empresarios van a exigir un alto a más deportaciones.
Pero, mientras, en lo social, expulsar a ilegales deja consecuencias tétricas: madres y padres expulsados y sus hijos ciudadanos sin el cuidado y protección básica. El aspecto miserable de romper familias de esta manera vil debe de ser evidente para cualquier humano. *El autor es Doctor en Economía, especialista en planeación y finanzas, colaborador de PRESENTE. Agradecemos la entrega de un estudio inédito sobre un tema de actualidad para servicio de nuestros lectores. (Continuará: Las principales políticas de Trump: guerra contra las drogas)
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