OPINIÓN

Análisis a fondo
21/03/2025

Los negocios, la economía y las políticas de Trump (VIII)

Estados Unidos ha perdido su capacidad de competir en el mercado de los automóviles, como en otras áreas. Donald Trump ha propuesto una serie de políticas públicas que en esta serie se han relacionado con los negocios y la economía mundial. Los aranceles propuestos por Trump pueden dar ventaja momentánea a las empresas estadunidenses, pero en el mundo globalizado tienen otros efectos para el país que los aplica. En esta entrega el autor refiere la situación de la industria del automóvil y los desafíos para EEUU.


Parte VIII: las Principales Políticas de Trump (competitividad en automotores)

Ford y General Motors fueron virtualmente las únicas compañías fabricantes de automóviles a escala mundial al fin de la Segunda Guerra Mundial. Las compañías europeas habían sido convertidas todas en chatarra por los bombardeos y la necesidad de producir vehículos militares. Sus países estaban endeudados y hambrientos y no podían gastar escasos recursos en "lujos" como coches. En ese espacio vacío, las empresas estadunidenses entran con ganas y toman control del mercado mundial de vehículos. Pero, algunas empresas alemanas y japonesas comienzan a producir vehículos, los producidos en Alemania de una calidad inicialmente superior a los japoneses. No se detienen los japoneses, y poco a poco, en base a un control de calidad cada vez más estricto, comienzan a comerse el gran mercado mundial, e inclusive el estadunidense. Les siguen los coreanos, y ahora los chinos, especialmente en el nicho de vehículos eléctricos, muy castigados en los Estados Unidos manejado por los monopolios petroleros.

De hecho, en China, el mercado más grande del mundo, las ventas estadunidenses han declinado en los últimos 6 años, para muchas empresas en forma dramática. General Motors, que hasta ahora tiene resultados entre aceptables y buenos en el resto del mundo, tuvo pérdidas en China. Ver https://apnews.com/article/general-motors-earnings-net-income-sales-ad00bcfda9d8e3792d77b9a9818eff2b. El Presidente de Ford, Jim Farley, declaró recientemente que Ford logró una ganancia de 600 millones de dólares en China en 2024, y agregó: "Estoy feliz para poder decir que Ford hace dinero en China, y estoy muy orgulloso de ello, porque no muchos pueden decirlo". Ver https://www.cnbc.com/2025/01/09/ford-ceo-says-china-operations-earned-600-million-in-2024.html

Hace 40 años, casi no había carros en China; hace 30 años, importaba algunos; hace 20 años invitó a las empresas extranjeras a producir carros en China con socios e insumos chinos. Hace 10 años, China ya tenía sus propias empresas automotrices, y hoy día ellas son las controladoras del mercado chino, y de ahí se lanzan a todas partes del planeta. Así, la Inversión Extranjera es buen negocio para el país anfitrión. Contrástalo con México, querido lector.

El resultado es que ahora Ford y General Motors son vistos por muchos compradores de autos por la falta de calidad de sus vehículos, y están financieramente en peores condiciones cada vez. Los aranceles propuestos por Trump van a dar una ventaja momentánea a las empresas estadunidenses, pero seguramente provocarían una respuesta en otros países, bajando las ventas de automóviles fabricados en los Estados Unidos en casi todo el mundo. Ford y General Motors cosecharían una bonanza relativa a los modelos importados, pero perderían en serio lo que les queda del mercado mundial, varias veces más grande que el estadunidense.

Al subir sus precios por el monto del arancel pagado por sus competidores, subirá también el costo del vehículo para el público. Hay inflación, pérdida de poder de compra, y una contracción del ingreso para toda la industria, con pérdidas de empleo. Esto es exactamente lo que pasó con la primera ronda de aranceles de Trump contra China en 2018: una menor participación de los Estados Unidos en el comercio mundial, una mayor participación china, y una inflación y reducción de empleo en los Estados Unidos. En el mundo globalizado, los aranceles nacionales son literalmente el beso de la muerte.

Además, agrégale, querido lector, el disgusto para comprar algo que proviene de un país que anda abusando con amenazas y demandas hirientes al propio. La reacción mundial es de rechazo a los productos estadunidenses, no por el producto mismo, sino por su asociación con las políticas de Trump. Los primeros datos muestran el daño que esas políticas están haciendo al posicionamiento estadunidense en los mercados mundiales.

En México, como ocurre en todo el mundo, las empresas estadunidenses han estado perdiendo mercado frente a los fabricantes asiáticos y europeos. Es así aun en los mismos Estados Unidos en donde el apego al motor de combustión interna más la gasolina utilizada impide una transición a los vehículos eléctricos, cada vez más eficientes. Los fabricantes trabajan con el viento en cara, ya que los vehículos eléctricos no consumen gasolina y bajarían las ganancias de las empresas petroleras si optan por una mejor selección de vehículos eléctricos. Otra vez, los intereses impiden alcanzar a un buen resultado.

*El autor es Doctor en Economía, especialista en planeación y finanzas, colaborador de PRESENTE. Agradecemos la entrega de un estudio inédito sobre un tema de actualidad para servicio de nuestros lectores. (Continuará: Las principales políticas de Trump: competitividad en aviación comercial)





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