Ahimsa: camino hacia la paz
Una invitación urgente a transformar nuestras acciones y pensamientos, desde la raíz de la empatía y la no violencia
En un mundo cada vez más acelerado y lleno de tensiones, la palabra "Ahimsa" emerge como una invitación urgente a transformar nuestras acciones y pensamientos, desde la raíz de la empatía y la no violencia. Este término ancestral, proveniente del sánscrito —lengua clásica de la India—, tiene un hondo significado que trasciende el simple acto de "no dañar": se compone por las raíces "a", que significa negación, e "himsa", que alude a la violencia. Como tal, es un concepto filosófico que aboga por el respeto a la vida, es decir, está a favor de evitar cualquier acto que excluya, elimine o hiera a otro hombre.
En el contexto actual, el significado de esta palabra cobra una relevancia mayor. En los últimos meses, la sociedad tabasqueña ha sido testigo de graves actos de violencia, con un impacto devastador en la dignidad humana y secuelas profundas en la salud física, psicológica y emocional. Ante este panorama, reflexionar sobre el verdadero significado de "Ahimsa" no es solo pertinente, sino vital.
Para Mahatma Gandhi, uno de sus principales promotores, este principio no se limitaba a soslayar la agresión física. Más bien, se trataba de un compromiso activo con la verdad, la justicia y el rechazo al odio, incluso en los momentos de mayor opresión.
Es cierto que a todos nos gustaría que las autoridades y las instituciones adoptaran estrategias más efectivas para contener la violencia. Sin embargo, pasamos por alto que la "Ahimsa" comienza en lo más íntimo: nuestras palabras, nuestras decisiones cotidianas y nuestra relación con los demás.
El lenguaje humano tiene un poder inmenso. Al respecto, el filósofo y crítico cultural Slavoj Žižek, en su libro "Sobre la violencia" (Paidós, 2009), señala que las palabras tienen la capacidad de tender puentes en lugar de levantar muros. Su uso adecuado puede convertirse en una herramienta poderosa para la convivencia y la paz, por lo que es deseable que, tanto en las familias como en los diferentes grupos sociales, evitemos expresiones hirientes, agresivas y discriminatorias.
Žižek resalta que hablar es el fundamento mismo de la socialización y la interacción humana, y esa interacción se caracteriza por la renuncia a la violencia. Cita, además, el texto escrito por Jean-Marie Muller para la UNESCO, en el cual se afirma que la renuncia a la violencia es el núcleo de nuestra humanidad. Al entender que el ser humano es un "animal que habla", se subraya que la violencia es, en última instancia, una perversión radical de lo que nos define como seres humanos. La verdadera humanidad se encuentra en los métodos y principios de la no violencia, basados en el respeto, la responsabilidad y la convicción moral.
En conclusión, cuando el odio parece estar ganando terreno, el mensaje de "Ahimsa" nos convoca a reflexionar sobre cómo las pequeñas acciones cotidianas pueden contribuir a transformar nuestra sociedad. Si cada uno de nosotros decide actuar con bondad, usar un lenguaje que edifique en lugar de destruir, y elegir la empatía en lugar del resentimiento, podríamos comenzar a desvanecer la violencia que nos rodea.
UN POEMA
Inspirado en el profundo significado de la palabra "Ahimsa", escribí el siguiente poema:
En una lúgubre sombra el dolor se esconde, / pero brota un susurro que salva la vida, / con un suspiro el alma responde / y un canto suave calma la herida.
Ahimsa camina, apacible y constante, / no alza la espada ni hiere al rival, / su fuerza reside en lo más importante: / el alma que elige un camino de paz.
No es la revancha la que enciende el fuego, / ni la ira el candil que alumbra el andar; / es la bondad, con su puro sosiego, / la que al odio vence sin tener que luchar.
Si la espina hiere, responde el perdón; / si la rabia arde, la calma es la guía, / porque un corazón que abraza el dolor / convierte la violencia en dulce armonía.
Ahimsa, semilla en tierra dormida, / renueva la vida, la enseña a brotar, / y el alma aprende que, incluso herida, / solo en el amor es posible sanar.