PLANO TANGENTE
EL RESPETO AL SOL
El cáncer de piel es uno de los más prevalentes en el mundo, y su incidencia y tasas de mortalidad están aumentando continuamente, principalmente en regiones con habitantes de piel blanca. Los tipos de cáncer de piel varían en su origen y apariencia clínica, así como difieren en su extensión. Por un cúmulo de razones y factores, los continentes del mundo tienen diferentes escenarios de prevalencia del cáncer de piel.
El cáncer de piel tipo melanoma (MSC) ocupa el puesto 17 en prevalencia mundial, con la mayor incidencia y muertes ocurriendo en Europa. Sin embargo, como países, Australia y Nueva Zelanda registran las tasas más altas de incidencia y mortalidad. Asia tiene una tasa de incidencia más baja de melanoma, pero una tasa de mortalidad más alta. El melanoma de propagación superficial (SSM) es el tipo más común de MSC.
Los cánceres de piel no melanoma (NMSC) son los cánceres más prevalentes en todo el mundo, causando la mayoría de las muertes relacionadas con el cáncer de piel. Tienen más incidencia en América del Norte, aunque el mayor número de muertes ocurre en Asia, Australia y Nueva Zelanda, donde también tienen las tasas más altas de incidencia de carcinoma de células basales (BCC). BCC es el cáncer de piel más comúnmente diagnosticado en todo el mundo y la forma más prevalente de NMSC; sin embargo, el carcinoma de células escamosas es la manifestación más agresiva de NMSC.
En los últimos años, se ha observado un incremento significativo en la incidencia del cáncer de piel a nivel mundial, con datos alarmantes que indican un aumento constante en diversas regiones. En 2022, se diagnosticaron más de 1.5 millones de nuevos casos de cáncer de piel en todo el mundo, y el melanoma, en particular, ha mostrado un aumento notable en países desarrollados, donde representa aproximadamente el 81% de los casos.
En España, se estima que en 2023 se diagnosticaron 20,392 nuevos cánceres de piel, lo que representa un aumento de aproximadamente 40% en los últimos cuatro años. Los NMSC son los más comunes, con 14,430 casos nuevos, en comparación con los 5,962 diagnósticos de melanoma.
La situación es similar en México de acuerdo a datos del Observatorio Global del Cáncer (GLOBOCAN): la frecuencia del cáncer de piel ha aumentado significativamente. Se reportan entre 11,000 y 16,000 nuevos casos anuales, con un incremento del número de casos de melanoma, considerado el tumor maligno con el crecimiento más rápido. En la última década, la incidencia del cáncer de piel se ha duplicado.
Las tasas de incidencia de MSC en países latinoamericanos como Argentina, Perú, Chile, Brasil y Ecuador son <3 por 100,000 individuos, lo cual es bajo en comparación con las tasas de 19.4 a 41.8 por 100,000 personas en América del Norte, Europa y Oceanía. En Argentina, en 2018, se notificaron 3.8 casos por cada 100,000 personas; 1,703 personas en total. Según un informe del Instituto Nacional del Cáncer de Brasil, en 2020 se registraron 4.03 casos nuevos de melanoma en hombres y 3.94 casos nuevos en mujeres por cada 100,000 habitantes en el país. En México se reportaron 2,051 casos de melanoma en el año 2020.
El aumento en los casos de cáncer de piel puede atribuirse a varios factores. Definitivamente, la mayor exposición al sol y el uso de métodos artificiales para broncearse están directamente relacionados. Un estilo de vida que incluye más actividades al aire libre y una menor conciencia sobre la protección solar también contribuyen a este aumento. En general, la predisposición genética y la exposición a rayos ultravioleta son determinantes en el desarrollo de cáncer de piel.
Es importante destacar que el cáncer de piel es el segundo más frecuente en México. Para reducir el riesgo de cáncer de piel, se recomienda evitar la exposición solar durante las horas de mayor intensidad (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.); usar protector solar con un factor de protección adecuado, aplicándolo generosamente y cada dos horas, o después de nadar o sudar; utilizar ropa protectora, sombreros de ala ancha y gafas de sol que bloqueen los rayos UV y evitar el uso de camas de bronceado u otras fuentes de radiación UV artificial. Asimismo, se recomienda realizar autoexámenes regulares de la piel y consultar a un dermatólogo ante cualquier cambio sospechoso.
La mejor medida contra cualquier tipo de cáncer es la prevención y la observación constante. Una de las preocupaciones principales del cáncer de piel es su riesgo latente por la exposición al sol. Por la cotidianidad de sus factores de riesgo, hay que responder con una misma rutina de cuidado. A veces, muchos pequeños hábitos, como el uso de bloqueador solar, la ropa protectora y evitar el sol innecesario, hacen la diferencia: entre frenar o abonar a las cifras.
(jorgequirozcasanova@gmail.com)