Tras un aviso anónimo sobre una fosa común en Kenia, se han encontrado 89 cuerpos de personas que al parecer eran parte de una secta que los obligaba a ayunar para "conocer a Jesús"
De las primeras investigaciones de la Fiscalía, se desprende que los ocho cadáveres presentan huellas de tortura y asfixia, así como posibles impactos de arma de fuego