OPINIÓN

¿Y de ahí?
25/02/2025

Torturar animales, una conducta que debemos rechazar y castigar

Me cuesta trabajo entender a quienes se molestaron porque el fin de semana detuvieron al presunto responsable de haber torturado y causado la muerte a una gatita. Un caso en el que  hubo video de los hechos y se viralizaron en internet, lo que presionó a las autoridades a actuar con prontitud. Que México sea el primer lugar en maltrato animal a nivel Latinoamérica y el tercero en el mundo, explica por qué molesta el seguimiento a ese caso.

La gente piensa que maltratar a un animal es normal. No sólo a los que están en la calle, hasta las mismas mascotas sufren porque sus dueños se olvidan de darles de comer, ponerles agua, los dejan muriendo atados en el sol. No termina de entenderse que esas conductas son un delito. Lógicamente, si se presenta una denuncia y hay pruebas suficientes, las autoridades tendrían que aplicar la ley. Independientemente de que se hagan virales.

Una primera falacia: ahora resulta que los animales tienen más derechos que las personas. Pues no. Los animales ni siquiera se pueden defender por sí mismos, pero de que tienen derechos, los tienen. No soy vegana ni caigo en el despropósito de pretender que los animales deban tener los mismos derechos que los humanos. Sin embargo, el maltrato animal es delito por muy buenas razones que están lejos del buenaondismo woke o el animalismo ingenuo.

Otra falacia: mejor deberían detener a los delincuentes de la droga, violadores de niños y mujeres, asesinos, golpeadores de viejitos. ¿Dejar de detener a una persona hará que mágicamente se haga justicia en todos los demás casos? ¿Verdad que no? Me parece excelente que se le exija a las autoridades que actúen con igual prontitud en todo lo demás, no sólo en lo que se hace viral. Pero pensar que por hacer una cosa se deja de hacer lo demás es un sinsentido. Si hay un delito, se ha de investigar. En todos los casos.

Una falacia más: entonces nos vamos a hacer todos veganos, ya no podemos comer carne. Un ejemplo clásico de reducción al absurdo. No se trata de eso, ni tiene relación alguna. Que sí, todos los días se comen pollos, pescado, bisteces y carne molida, eso está muy bien, hasta los productores en esas industrias saben que están obligados a evitar el sufrimiento. Cualquiera puede puede ir en la carretera y atropellar un animal sin querer, no estamos obligados a recoger a cada perrito y gatito que nos encontremos en situación de calle. Pero de eso a echarle toda clase de químicos encima, machetearle una pata o romperle el hocico nada más porque sí, hay mucha diferencia.

Tanta, que se justifica claramente pena tipificar esas conductas como un delito. No digamos por los derechos de los animales, sino para protegernos a nosotros mismos. Al principio puede ser difícil entender por qué, sin embargo, es cierto eso de que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona. Cualquier psicólogo o psiquiatra se lo puede decir: maltratar animales por diversión es una alerta importante de trastornos de conducta, un indicador claro de agresión, falta de empatía y de remordimientos. Una señal que causa especial alarma cuando se detecta en niños. Hace décadas que se sabe la relación que existe entre el maltrato animal y la tendencia a cometer otros delitos, desde los sexuales hasta el homicidio. Eso está más que probado.

Hubo un caso, en el Estado de México, de un policía que le gustaba ahorcar gatitos hasta matarlos. Otro, de una adolescente que agarraba cachorritos para matarlos de hambre, sed, golpearlos, arrancarles las uñas y los ojos, tomar fotos, videos y subirlos a redes. Cómo olvidar al ex policía que aventó un perro a un cazo lleno de manteca hirviendo. ¿Usted podría confiar en una persona que disfruta con el sufrimiento de un animal, capaz de matar por diversión o en un arranque de ira? ¿Dejaría a sus hijos solos con ellos?

Incluso la Suprema Corte de Justicia estableció un criterio en el sentido de que, cuando hay crueldad, se pueden aplicar sanciones más severas que las que indican las leyes por maltrato animal. Claro que muchos otros delincuentes deberían estar en la cárcel. Eso no implica que torturar animales deje de ser un delito, una conducta que debemos rechazar.





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