¿Y de ahí?
18/02/2025
Gobierno y vida cotidiana: un cambio de estrategia o adaptaciones tácticas
El año terminó hace un mes y medio, pero tal parece que recién se asienta un auténtico cambio de etapa. Casi como si el 2025 recién empezara por la cantidad de transformaciones significativas y fuertes que se están dando de manera simultánea en diversos ámbitos de lo público. Es posible que los lectores perciban sacudidas en su vida personal, seguramente habrá quien aprecie la ola de cambios como quien mira el mar picado desde una muy segura distancia. Seguramente serán los menos.
La información de cambios trascendentes y complejos se sucede a tal velocidad que llega a ser abrumadora. Los especialistas de lo público, políticos, periodistas, académicos, se esfuerzan en dar seguimiento al menos a un tema, mientras otros quizá se les pierden o se perciben con inquietud: la inquietud de la incertidumbre, la duda sobre si seremos capaces de desentrañar qué alcance puede tener un cambio en particular cuando parece que todo cambia rápido.
Enfrentamos varias situaciones sin precedentes. Las decisiones del presidente estadounidense Donald Trump, con su guerra comercial, el cierre de la USAID, los movimientos de inteligencia a espaldas de las autoridades mexicanas, su presión para incidir en nuestra política migratoria y de seguridad. Algunos han considerado que esa presión externa puede ser positiva para orillar a dar certidumbre en asuntos centrales, como la reforma judicial. Ese que es otro proceso sin precedentes que avanza con pasos que no se sienten firmes, a veces con la legalidad en vilo, y pese a las críticas tanto a la reforma como al desarrollo de la elección, las decisiones de diversos actores de los tres poderes e incluso de los miles aspirantes a integrar el Poder Judicial en alguno de los cargos, con varios de ellos que ha empezaron a darse a conocer en redes sociales.
También en lo local, recién se asentaron importantes cambios en materia de seguridad. Pese a la explicación oficial de que el general Chávez regresa al Ejército, mucho se especulará sobre los motivos de fondo. En especial porque fue un perfil reiteradamente defendido ante señalamientos y amenazas de presuntos delincuentes. Como se lleva un reconocimiento oficial por su labor, y la decisión se da a conocer después de las reuniones del gobernador Javier May con el secretario de Seguridad federal, bien puede ser que el cambio atienda a una recomendación. Tal vez no sea un cambio de estrategia, pues el objetivo de fortalecer la seguridad en Tabasco ha de mantenerse, más bien sean adaptaciones tácticas, sobre acciones más concretas. Uno pensaría que los perfiles y experiencia del nuevo secretario de Seguridad y comisionado de la policía Estatal estarán en el corazón de esos ajustes.
Al parecer, la pauta de adaptar cómo ir resolviendo en función del contexto, sin perder de vista que se deben cumplir los objetivos generales, es la decisión más inteligente que se puede tomar en todos esos ámbitos tan diferentes de la vida pública. Una forma de actuar que también puede servir en lo personal, más ante un entorno cambiante e incierto. Evaluar constantemente las fortalezas, debilidades y recursos de que se disponemos se vuelve una necesidad para decidir cada vez si lo mejor es actuar de un modo u otro. En situaciones críticas, se corre el riesgo de tardar demasiado en tomar una decisión difícil, dudar en una acción arriesgada o precipitarse cuando lo mejor a largo plazo sea la prudencia, aunque no parezca lo mejor en el corto plazo.
La táctica y estrategia (además de un lindo poema de Mario Benedetti) son formas de acción y adaptación que han saltado del ámbito militar al político, económico y de seguridad porque dan resultados ahí donde no sabemos cómo empezar algo nuevo o las circunstancias de riesgo cambian constantemente. En el ámbito personal, pueden servir cuando empezamos un proyecto en el que podemos crecer pero es nuevo para nosotros, o cuando una actividad que conocemos ha cambiado de modo que nos obliga a adaptarnos.
La incertidumbre puede ser agobiante, pero nos obliga a sacar lo mejor de nosotros. Aprender a ser pacientes y prudentes, tanto como audaces y decididos, según la circunstancia del momento. En todo caso, lo importante es probar, identificar lo que funciona y saber darle tiempo, así como reconocer cuando una decisión es contraproducente, para ajustar antes de que cueste más trabajo.
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