Se ha hecho viejo mi muchachito

SOY MI PADRE. La misma mirada. La misma sonrisa. Soy el origen que se prolonga y el destino que continúa

SOY MI PADRE. La misma mirada. La misma sonrisa. Soy el origen que se prolonga y el destino que continúa. Un mismo fluir de sangre a través del tiempo. Todo ser cabalga en el potro de las generaciones.

YO SOY JUAN. PADRE DE ANTONIO. Ese niño sozobra entre el ruido y las palabras. Y se entretiene en meter su barco de papel encerado en el río. Viaja en él. A veces un cometa utiliza como medio para llegar a las nubes.

YO SOY ANTONIO. HIJO DE JUAN. Él es mi maestro. Aquí camina conmigo. Entre el viento y marea sostiene mi mano. Me peina cuando el viento remolinea en mis cabellos por sobre mis pensamientos. Y me alumbra con su mirada entre las sombras que me circundan.

ME HONRA SABERME TU HIJO, JUAN. Tú eres padre de este tartamudo trotamundos. De este balbuceante. De este que blande un teclado para escribir su nombre. Donde escribo Antonio aparece Juan.

AQUEL ESTUDIANTE GRADUADO dijo ser hijo del panadero, y este ser padre del doctor. Yo soy hijo del maestro jardinero. Tú eres padre de este proyecto del ser, inquieto en la búsqueda de no sé qué. Intento solamente dibujar con palabras a la luciérnaga y el brillo de su resplandor.

CUANDO CORTO EL PASTO me siento todo un Don Juan. La gente me pregunta la razón. Y le digo tu nombre y oficio. Y ríen por esa extraña relación de ideas.

GRACIAS, JUAN, cuando no le hiciste caso al tío Nacho, apóstol en el Vía crucis de la colonia, cuando te dijo que en lugar de llevarme a la escuela primaria porque allí se aprenden puras cosas del diablo, me llevaras al catecismo de la iglesia.

"SI CAEN A LA CÁRCEL por borrachos o pleito, yo los saco, pago para que salgan, ayudo a pagar. Pero si es por ladrones no. Allí se quedan para que paguen. No voy a poner mi cara". Así le escuché a él decir algunas veces a mis hermanos mayores.

SOY MIS HIJAS. SOY MI PADRE. Soy la sangre actual de todas las anteriores a mí. Y las anteriores de las anteriores. Soy la suma. Soy la multiplicación. Soy la henchida vela que arrastra al barco de mi vida.

SOY EL QUE PIENSA QUE PIENSA. Y de certeza en certeza y duda en duda voy dando tumbos en la vida. Abrazo a mi muerte. Beso a la vida. Soy la espina dorsal de mi pensamiento. Soy la sustancia gris del ego. Soy la palabra insumisa. Soy el que habla y canta. Soy el de los besos y versos.

EN SUEÑOS VIENES, JUAN. Y al despertar te busco. Somos sombra de sombras que en los sueños nos abandonamos en los brazos de la luz. Caramba la cosa. Me miro al espejo y te miro. Es la magia generacional del ser en el uno mismo. En el sueño me abrazas, acaricias mi cabello. Y me dices. "Cómo te has hecho viejo, mi muchachito".