Paraderos

Javier May: una campaña de territorio hecha gobierno

Tal y como lo anunció hace ocho días, cuando recibió la constancia de mayoría que lo acredita como gobernador electo, este lunes Javier May inicia su gira de agradecimiento por todo el territorio tabasqueño.

Lo hará en el corazón de la zona indígena del municipio de Centro, bastión del movimiento democrático, un sitio cargado de simbolismo, por lo que representa en la lucha social, que en su más reciente etapa culminó con el triunfo aplastante de uno de sus precursores.

Está victoria, celebrada con júbilo, representa una real esperanza del pueblo por mejorar sus condiciones de vida.

Es la primera vez que un político surgido de la lucha social, de origen humilde, producto de la cultura del esfuerzo, comprometido con los ideales de la izquierda, asumirá la gubernatura en el estado.

La hará con toda la legitimidad y autoridad moral y política que le otorgó el 80 por ciento de los votos el dos de junio.

Las expectativas son muy altas y el margen de error no es mucho, eso lo sabe el gobernador electo, consciente de que no puede ni debe fallar, sino de poner todo su empeño en lograr la felicidad del pueblo, como él mismo lo ha prometido.

En 2012 la izquierda ganó el gobierno estatal con el PRD, pero se desaprovechó esa oportunidad a pesar de que quien gobernó era un político experimentado, formado en el altiplano, pero disociado de la realidad del estado. Se falló a los tabasqueños.

Hace seis años, la izquierda representada por Morena también ganó la gubernatura, hubo cambios, se avanzó en la transformación, pero el movimiento no se sintió realmente representado, como ahora lo está con Javier May.

Su gestión como alcalde de Comalcalco en dos periodos, infunde confianza de que lo mucho que se hizo en ese municipio, se hará en todo el estado.

Si algo distingue al gobernador electo es que es un hombre de palabra para quien ese compromiso representa mucho, es una de sus principales virtudes.

Quienes lo acompañen en el gobierno estarán bajo exigencia permanente; deben responder a la altura del compromiso de quien es el gobernador electo con mayor porcentaje de votos en el país.