Nuevos partidos políticos
La legislación electoral permite formar nuevos partidos nacionales cada seis años, el posterior al de la elección presidencial.
La legislación electoral permite formar nuevos partidos nacionales cada seis años, el posterior al de la elección presidencial, por lo que en 2025 México además de estar inmerso en el proceso de elección de las personas juzgadoras, también vivirá la intención de varios actores y expresiones de los ámbitos político, social, empresarial, eclesial y ciudadano, de formar cada uno y cada una, un partido político, entre los y las que se encuentran Xóchitl Gálvez, Claudio X. González, El Yunque, el Frente Cívico Nacional, los Chuchos, Sandra Cuevas, más los que se sumen o menos los que se resten este enero.
Ante dichas intenciones, es oportuno traer a colación un par de declaraciones de la ex candidata presidencial de la Coalición Fuerza y Corazón por México, en las cuales desglosa aspectos que los interesados deben tomar en cuenta. El primero y más importante es que reconoce que no existe una cantidad significativa de ciudadanos como para que se puedan formar varios nuevos partidos políticos, por lo que comenta que sería bueno que se platique y se lleguen a acuerdos para caminar en unidad y con ello evitar fragmentar aún más a la oposición. El segundo punto se refiere a que varios partidos que se pretenden conformar optarán por una apuesta de derecha, ya que, aseguró, esta tendencia está de moda en el mundo. Y en el aspecto personal, asegura que el partido que ella quiere formar estará integrado por ciudadanos diferentes a los ciudadanos que militan en el PAN, en el PRI y en el extinto PRD, y que además no será de derecha porque ella respeta los derechos humanos, y no es racista, ni sexista, ni clasista.
Estas observaciones de Xóchitl Gálvez, sumadas al reconocimiento de que el voto duro de MORENA cada día suma adeptos, y a que los actores políticos dicen que sus intenciones de formar partidos políticos nuevos se circunscriben a sus deseos de construir un México nuevo y mejor para los mexicanos del futuro, necesariamente provocan que las miradas de todo observador se dirijan a los jóvenes, pero no a cualquier joven. Y es que la experiencia dicta que ser joven, estudiante y revolucionario es una fórmula que aunque parezca natural, no es real en su totalidad, y una muestra de ello es lo que el publicista Carlos Alazraki deja ver en su libro "Creer. Crear. Crecer. Memorias de un publicista" con la anécdota de que en 1968 él estudiaba en la Universidad Iberoamericana (creada y dirigida por la Compañía de Jesús, congregación católica cuyos integrantes son conocidos como "Jesuitas", y de la que también son egresados los panistas Vicente Fox y Josefina Vázquez Mota), y que durante el movimiento estudiantil de ese año los estudiantes de esa institución votaron democráticamente por no irse a la huelga ni apoyar al movimiento, y nombra a algunos de sus compañeros de entonces como los periodistas José Cárdenas y Juan Ruiz Healy, el crítico de música Jaime Almeida, el escritor Francisco Prieto, y el director de "El Chavo del 8" Enrique Segoviano. Aunque sería injusto no tener presente que en esta institución de educación superior inició el movimiento "Yo soy 132" que en la campaña presidencial de 2012 pugnó por la democratización de los medios de comunicación y se manifestó en contra la imposición mediática del candidato del PRI, Enrique Peña, quien a la postre sería presidente de México de 2012 a 2018.
Otra muestra son las organizaciones estudiantiles identificadas con la derecha sobre todo clerical, como Los Tecos, de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO) de la UNAM, y el Frente Universitario Anticomunista (FUA) de la ahora Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), entre otras que coordinadas por la organización secreta El Yunque, de manera abierta o discreta existen en las universidades públicas y privadas. Y en una de estas universidades privadas de mucho prestigio, la Universidad Anáhuac (creada y administrada por el grupo confesional de orientación católica, los Legionarios de Cristo), en una reunión con estudiantes durante su campaña presidencial, Xóchitl Gálvez hizo un comentario misógino en contra de Mariana Rodríguez, esposa de Samuel García, cuando el gobernador de Nuevo León era aspirante a la presidencia de la república por el MC, al llamarla "cara bonita".
Además, tuvo una actitud misógina y racista en contra de Claudia Sheinbaum Pardo al equipararla con el dibujo de un gusano, cuando es sabido que los nazis identificaban a los judíos con una imagen de un gusano similar al utilizado por la representante de la Coalición Fuerza y Corazón por México, acción que el estudiantado le celebró y que ella mostró un gesto de alegría al ver, escuchar y sentir esa reacción de los jóvenes estudiantes de una de las universidades más costosas del país. Pero esta anécdota encuentra su grado de alarma y se vuelve aún más grave al constatar que se la celebró un sector de jóvenes, esa franja de la población a la que se le da el carácter de ser "el futuro de México". Entonces, se puede deducir que estos jóvenes serán el sector de la población que se disputen los nuevos partidos políticos para su conformación. Y en esta circunstancia pareciera que El Yunque, Eduardo Verástegui y la extrema derecha, para pesar del PAN y regocijo del empresario Ricardo Salinas Pliego y sus amigos libertarios, inician la carrera como punteros.