JUANA DE ASBAJE, NUESTRA SOR JUANA
Un 12 de noviembre de 1651 nace Juana de Asbaje y Ramírez Santillana, nuestra querida y admirable Sor Juana
Un 12 de noviembre de 1651 nace Juana de Asbaje y Ramírez Santillana, nuestra querida y admirable Sor Juana, llamada en su tiempo "sóror", que quiere decir Sor, monja, palabra de la que deriva el neologismo "sororidad", que define una hermandad de mujeres que viven en un ámbito de discriminación, violencia, y negación de sus derechos elementales.
Y nuestra Juana de Asbaje, que a los tres años ejerció inauditas presiones para que la enseñaran a leer, y que siempre tuvo una verdadera obsesión del saber, los últimos años de su vida sufrió el aumento del rigor de las disciplinas conventuales, que la obligaron a vender su biblioteca de más de 4,000 volúmenes y sus instrumentos musicales en beneficio de los pobres y ocupar todo su tiempo en labores del convento y atención de enfermos, que finalmente la contagiaron y llevaron a la muerte.
Hija natural de la criolla Isabel Ramírez de Santillana y del español Pedro de Asbaje, muy jovencita quedó huérfana de madre y padre y a los 16 años entró al servicio de la Virreina, y siendo inducida entre matrimonio y religión, como ella misma escribe: "entreme religiosa, que era lo menos desproporcionado y más decente que podía elegir".
Brillante escritora, poetisa, erudita, bibliófila y compositora, dejó una vasta obra literaria, y de composiciones musicales y poéticas que le dieron fama y renombre en América y Europa, abundando sus admiradores pero también opositores del clero fanático que insistía en que dejara las cosas mundanas y se dedicara a la adoración.
Es famosa la anécdota de Sor Juana con una boba superiora que le estaba prohibiendo estudiar alegándole que debía ser "cándida y santa", a lo que nuestra poetisa le dijo "calle Madre superiora , que es un a necia", y la abadesa indignada envió una enérgica queja al Obispo Fray Payo de Rivera, varón sabio como justo, quien a manera de decreto escribió al margen del remitido de queja: "pruebe la Madre superiora lo contrario, y se le administrara justicia".
Otra anécdota de esta excepcional dama, que inútilmente quiso disfrazarse de varón para poder ingresar a la universidad, no quedándole otra opción que el claustro conventual, fue cuando esta misma madre superiora le preguntó irónicamente si en realidad había leído los más de cuatro mil libros que ya tenía, a lo que nuestra poetisa le respondió; <<pues fíjese usted que ya voy por la tercera vuelta>>.
El ocaso de su vida fue triste, cuando la obligaron a deshacerse de su biblioteca e instrumentos musicales, y actos como la obligada "petición al Tribunal Divino por impetrar perdón de sus culpas al tiempo de abandonar los estudios humanos".
Encerrada en el convento y sometida a la disciplina eclesiástica, se deja de tener noticias de ella. Una nueva epidemia de peste se desata en la ciudad de México, y atendiendo enfermos, Juana de Asbaje es contagiada y muere.
En los hechos, la crasa estulticia del clero y las autoridades coloniales, matan a esta gloria de las letras mexicanas, y sus restos se pierden en una infamante fosa común. Pero aquí recordamos a esta insigne poetisa, gloria de las letras castellanas, a los 373 años de su nacimiento, aquel 12 de noviembre de 1651 y a los 329 años de su desaparición forzada , a la temprana edad de apenas 44 años.