OPINIÓN

Dos comentarios Dos
04/02/2025

Sobre mi colaboración aquí en Diario Presente del pasado sábado primero de febrero titulada "Del Mundial y otros asuntos", recibí un par de comentarios a los que respondí de manera directa pero que, por su relevancia, comparto con ustedes distinguidos lectores.

UNO.- Por costumbre pongo mis colaboraciones periodísticas en mi muro de Facebook (Javier Cadena Cárdenas), y ahí el mismo sábado el sociólogo Ángel Dupuy Santiago hizo el siguiente comentario: "Buen artículo, pero creo fuiste muy benévolo con Gabriela Cuevas (no sé qué hace en el equipo de Sheinbaum). Fue pésima alcaldesa y nefasta funcionaria. Y para el mundial, espero que hagamos buen papel (jaja, lo dudo, pero hay que apoyar a los ´ratoncitos verdes´, como decía el inolvidable Manuel Seyde)".

         A este comentario, respondí: "Ángel, tienes razón, y habrá que hacer un artículo específico sobre Gabriela Cuevas en el cual se consigne su papel durante el gobierno de López Obrador en la Ciudad de México, ya que, recordarás, como diputada local fue una voz del PAN en contra todo lo que hacía y dijera AMLO, llegando al grado de que insistió mucho por asistir a las conferencias de prensa que el jefe de gobierno daba todos los días a las seis de la mañana, intención que le copiaría Xóchitl Gálvez ya con AMLO en la presidencia, pero a las dos no se les permitió".

          Y continué: "También recordarás que ella junto al diputado local del PAN, Jorge Lara, pagó la fianza para que AMLO no visitara la cárcel con motivo del desafuero en 2005, que López Obrador calificó como simple maniobra política del PAN. Y ya como delegada en Miguel Hidalgo (2006-2009) fue una piedra en el zapato de Marcelo Ebrard quien era el jefe de gobierno. Y así hasta 2018 en que renuncia al PAN y se suma a Morena. Saludos".

          A mi respuesta, Ángel Dupuy Santiago reaccionó con un "me gusta".

          DOS.- Ese mismo sábado a mi correo electrónico (cadenacardenasjavier@gmail.com) llegó la siguiente interrogante firmada por Norma Peralta: "Señor Javier, su artículo me gustó, pero le hago una pregunta: ¿por qué eso de pan y circo? Le agradecería mucho que se diera el tiempo para responderme. Buenas tardes".

          Y le respondí por el mismo medio con los siguiente párrafos: "Doña Norma Peralta, la saludo con respeto y le agradezco sus palabras, y me permito comentarle que en el siglo uno de nuestra era, el poeta Juvenal criticó la política que en ese entonces llevaban a cabo las autoridades del imperio romano. ´Panem et circenses´, escribió en su Sátira X, expresión que de manera literal se traduce como pan y juegos de circo", o bien como se dice hoy en día de manera coloquial: ´pan y circo´".

          Y seguí: "Y es que Juvenal describe la costumbre de los emperadores romanos de regalar trigo y entradas a los juegos circenses —como serían las carreras de carretas, por cierto muy recreadas en el cine— al pueblo como una forma de distracción a lo que en materia de política desarrollaba la clase gobernante. Y resulta hasta obvio aclarar que la descripción de Juvenal y su expresión sintética, tienen un marcado manejo peyorativo de esa costumbre de tratar de mantener tranquila a la población o de ocultar hechos controvertidos mediante la entrega de alimentos y la oferta de entretenimiento, todo bajo una política pública disfrazada de asistencialista".

          Continué con mi respuesta: "Y es que en aquel entonces el emperador Julio César distribuía trigo a los más pobres, beneficiando más o menos a doscientos mil ciudadanos romanos, y tres siglos después otro emperador, Aureliano, aumenta y diversifica esta práctica, llegando a beneficiar a trescientos mil romanos con dos panes al día. Y esta costumbre, a fuerza de ser exactos con la historia contemporánea, la adoptaron infinidad de gobiernos en todas y cada una de las etapas de la época moderna, y casi siempre tuvo resultados positivos para las administraciones en turno, pero el éxito, a fuerza de seguir siendo certeros, se debe a que la práctica incluía las dos partes de la fórmula, o sea: pan y circo, juntos, de la mano, porque si sólo había una el resultado era fallido".

          A continuación escribí: "Y es que, por ejemplo, si el pueblo tiene pan como resultado de que goza de un empleo que le da un salario y que se traduce en una calidad de vida más o menos óptima, pues el gobierno no tiene la necesidad de darle circo de manera gratuita como manera de distraerlo de los asuntos realmente relevantes, sino como una política social de difusión cultural y de entretenimiento".

           Y terminé: "Pero si pasa lo contrario, que el pueblo no tiene pan y que el gobierno sólo le quiere dar circo, no existe ninguna duda de que el pueblo protestará, y eso fue precisamente  lo que sucedió en Brasil en 2014. Esperando que mi respuesta satisfaga su interrogante, le deseo buenas noches".

          Mi respuesta no ha tenido reacción alguna de parte de Norma Peralta.





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