Caos demoledor
El panorama geopolítico mundial está escalando hacia una crisis multifactorial que afecta gravemente la cadena de suministro.
El entorno geopolítico escala cada vez más hacia una agudizada crisis multifactorial ancestral sin haber voluntad para conciliar la paz; con las consecuencias que implica a la cadena de suministro en el ámbito comercial, con acento el abasto alimentario que impacta a México, igual con conflictos hacia su interior y al exterior con los Estados Unidos de América.
Aunque no se tenga cobertura en la agenda pública de los medios periodísticos, en el mundo hay alrededor de 34 guerras. Israel tiene una inmisericorde ofensiva iniciada con Palestina que dominado por el grupo Hamas que dio el primer golpe, en donde no se ha cedido un ápice, extendida la guerra con Irán, Líbano, entre otros países.
México tiene notoriedad regional por el enfrentamiento entre organizaciones delincuenciales y con los gobiernos; una factura que cobró la vida de presidencia municipales y hasta uno que otro exgobernante local. El caso más reciente se dio en Chilpancingo, Guerrero, sin olvidar a las candidaturas como las 2 de Maravatío, Michoacán, en simultáneo. Además, Sinaloa es territorio sitiado por el cruce de balas entre antiguos.
Guanajuato lidera los índices de casos de violencia; sin embargo, Colima ocupa el primer lugar por cada 100 mil habitantes, acorde con el ranking del Observatorio del Sistema de Seguridad Pública Nacional. Pero Guerrero no puede pretender opacarse, por el artero asesinato a un munícipe que recién había asumido al cargo.
La Organización de las Naciones Unidas, así como su Consejo de Seguridad perdió toda autoridad, evidenciado por los reiterados llamados a la paz sin que se le acate sus resoluciones ni exhortos. Israel en su bombardeó sobre Irán fue igual sobre los Cascos Azules asignados a ayuda humanitaria.
Ni siquiera los Jefes de Estados de las principales naciones agrupadas en el denominado G7 tienen argumentos para convocar a la pacificación ni servir como intermediarios. Vladimir Putin en Rusia, así como Benjamín Netanyahu en Israel no muestran el menor interés en su insaciable ambición por hacerse de territorios y mostrar un músculo de dominancia. El ruso ya logró la reelección y el israelí aún busca continuar por con la suya.
El vecino país del norte en la proximidad de sus elecciones a la presidencia este martes 5 de noviembre, para elegir a la demócrata Kamala Harris u optar otra vez por el republicano Donal Trump, además de estar inmerso en su pugna interna tiene todo que ver en la dicotomía de ser patrocinador y pretender pacificar las guerras. Su situación podría ensanchar a un mayor calado, aparejado con el convulso conflicto comercial con China a la que busca cerrarle todas las vías posibles.
Para muestra, con el alegato de espionaje e incidir en su territorio, centró el foco en la tecnológica red social TikTok al obligarle vender su filial en territorio doméstico; misma situación que enfrenta Huawei, en paralelo con la labor entre la Comunidad Europea para sacarle del mercado y arrinconarle en su plan de negocio global.
La relocalización de las empresas, el denominado fenómeno del nearshoring, en el que migran incluso europeas del país asiático hacia Norteamérica, implica una estrategia política transversal a lo económico comercial en la coyuntura el objetivo de sostenerse en el liderazgo geopolítico.
El encuadre de México en la composición gobernante dada por las elecciones de este 2 de junio, que en el Legislativo inició la modificación a las reglas de juego en el Estado de Derecho; con las iniciales reformas constitucionales al Poder Judicial y la Energética tensó la relación bilateral con Estados Unidos.
Pone en riesgo la continuidad del Tratado de Libre Comercio vinculado a la relocalización de empresas que podría inhibir en un alto grado tener el destino hacia territorio nacional, en sus argumentos en la inherente nulidad de seguridad jurídica de sus inversiones. Situación que frenó todo capital millonario presupuestado por sus empresas que aquí se tienen.
La eventual desaparición de los organismos autónomos, incluidos el Instituto Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia Económica, blindadas por el TMEC, pondría al borde de la ruptura la relación bilateral. En el contexto, los Estados Unidos de América necesita a México, peo aún más a la inversa por mucho, el 80 por ciento de las exportaciones comerciales tienen como destino al vecino país del norte.