En el poblado de La Candelaria, los ejidatarios doña Dora y don Mateo Bautista ni se rinden ni se rajan en su afán de conservar la tradición de producir cempasúchil, garra de león y girasoles.
Los pasillos del Palacio de la Flor se visten de colores y aroma a través de los tapetes de cempasúchil que dejaron los invernaderos para llenar de vida las ofrendas de Día de Muertos
Las principales calles y avenidas de la Ciudad de México fueron adornadas con miles de flores de cempasúchil como inicio de las celebraciones por Día de Muertos
El nombre de esta flor proviene del náhuatl cempohualxochitl, donde cempohuali significa veinte y xochitl flores, lo que se traduce como "veinte flores" o "varias flores"