Una muestra de confianza; en los encargos se verá de qué están hechos

La presentación pública de los nuevos secretarios y coordinadores que integrarán el próximo gobierno que encabezará Javier May a partir del primero de octubre, cumplió con las expectativas que se generaron en los días previos al anuncio. 

Es un gabinete compuesto por mujeres y hombres que han acompañado al gobernador electo en algún tramo en las responsabilidades administrativas que ha ocupado en los últimos años, como es el caso de Adriana Iparrea Sánchez, nombrada secretaria de Educación, puesto que ocupó a nivel municipal la segunda vez que fue alcalde de Comalcalco.

También se incluyó a gente que se sumó antes y durante la campaña y se ganó su confianza, como Sheila Cadena, Katia Ornelas Gil y José Manuel Argáez de los Santos, designados, respectivamente, secretarias de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y de Turismo y Desarrollo Económico y coordinador de Asuntos Jurídicos. 

Hay otros que han sido compañeros de lucha desde hace décadas, como Darvin González Ballina, quien será el coordinador de asesores; en esa posición están representados precursores del movimiento democrático. 

Era de esperarse que José Ramiro López Obrador, Rafael Elías Sánchez Cabrales y Fernando Vázquez ocuparan posiciones de primer nivel por la cercanía y estrecha colaboración con Javier May, de plena confianza y probada lealtad. Ellos van a despachar en las secretarías de Gobierno y Movilidad, así como en la coordinación de Comunicación Social y Vocería. 

Causó sorpresa el nombramiento de Aída Castillo Santiago, una colaboradora eficaz y cercana de Javier May, como secretaria de Cultura, posición muy peleada por grupos culturales locales. Se trata, me parece, de un mensaje sobre lo más importante del sector: ir a las comunidades. 

Como todo en la vida, habrá quiénes muestren escepticismo por el perfil o experiencia de los elegidos para el arranque del próximo gobierno o desaprueben su designación, es parte de la democracia y eso a nadie debe escandalizar. 

Lo importante es que estén en sintonía con la mística de trabajo que imprimirá Javier May. Su gobierno, lo ha dicho muchas veces, será más de territorio que de escritorio. Ahí se verá de qué están hechos cada uno de los que integran el futuro gabinete.