Tiempo y circunstancias

Tiempo y circunstancias

Serán competidas las elecciones constitucionales para renovar la Presidencia de la República el 2 de junio de 2024, contrario a quienes suelen leer a diario la humeante taza de café. Entre «corcholatas» Morena por ahora se perfila como favorito con 46 por ciento de preferencias en los muestreos estadísticos; sin embargo, Marcelo Ebrard prevé un «Pan B» para perfilar sus ambiciones con la mira a Va por México, avizorándose el equilibrio en la competencia.

Al propio Andrés Manuel López Obrador que mucho sabe de estas artes le queda claro que no podrá retener a su actual Secretario de Relaciones Exteriores, comprendiendo que están por expirar los valores entendidos gestados desde el 2000, cuando ambos yendo por la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, uno como candidato del Partido Centro Democrático en el pacto declinó por el del Partido de la Revolución Democrática.

A diferencia del pase de estafeta al 2006 en la esfera de Distrito Federal, mediando la breve gestión de Alejandro Encinas hacia la transición, el Presidente de México reconoce que su aliado el Canciller le ha sido eficiente como responsable de la política exterior, aunque en definitiva no conecta con su proyecto de País encuadrado en el Régimen de la Cuarta Transformación. Su visión es otra.

En la eventualidad de concretarse la migración entonces sí habría «Tiro» entre Morena, con Adán Augusto López Hernández, y Va por México, con Marcelo Ebrard, en la competencia por la sucesión presidencial.

Desde luego que el País está listo para ser gobernado por una mujer que tienen los argumentos que exige la Presidencia de la República, pero no  Claudia Sheinbaum, quien ha recibido fuertes reprimendas por el Jefe del Estado Mexicano, hasta los insensibles comentarios al colectivo social en su cuenta de Twitter, con motivo de su segundo contagio por el covid19.

Morena aunque menguada tendría todavía los argumentos para mantenerse en posesión de la «Banda del Águila Real», teniendo por un lado a Adán Augusto López Hernández, quien sí representa los ideales de la Cuarta Transformación, asumiéndola en el liderazgo de la política interior mexicana.  

En su favor tiene el preponderante peso de la figura de Andrés Manuel López Obrador, todavía con una sostenida popularidad alta, afianzado por los recorridos a las entidades, de las cuales 20 ya serán gobiernos de su cuño, hacia el cuarto tercio  del 2022, sin olvidar los lazos con Morelos y San Luis Potosí.

Sí habrá «Tiro» entre el Movimiento y Va por México, siempre y cuando Marcelo decida dar un paso al costado del Régimen de la Cuarta Transformación. Por lo contrario, Va por México tendría que admitir que pasará inadvertida para el 2024.  

Sería por ahora muy complicado arrebatarle el mando a Morena, aunque no imposible. Habrían de darse muchos los factores los que alineados dentro de una competencia muy ruda, conocidas por ambas partes los golpes bajos.

En la prospectiva del día a día, observándose variables nacionales externas que igual juegan en pro o en contra, como el fenómeno de la inflación y la consecuente carestía de la vida, el sentido del voto entre el colectivo social podría estar en el limbo, con un alto porcentaje oculto, sin olvidar el abstencionismo.   

Tampoco se puede dejar afuera del foco la concurrente renovación de Senadores y Diputados Federales al Congreso de la Unión, todo el país en votaciones para alcaldías y/o Legislaturas, y 9 gubernaturas. Un panorama que tiende a hacer aún más complejo y reñida la puja por la gobernanza mexicana.

Movimiento Ciudadano también podría decidir unirse a Va por México,  en mucho por la buena relación que desde el senado tienen Dante Delgado y Ricardo Monreal. Claro está si Marcelo Ebrard asume la determinación de migrar a la coalición de los «Traidores a la Patria», a quienes el presidente de México les reprocha no mirar por los intereses de la sociedad, sus demandas de justicia social negadas desde que estuvieron en el gobierno y en la actualidad.

eduhdez@yahoo.com