Poder Político

Utopías

Por lo general el inicio de un ciclo anual como el 2025 trae consigo la euforia social de los propósitos para una nación mexicana, así como en el continente y el mundo; aunque para que el deseo de lo nuevo y la continuidad de otros transiten a un logro exitoso necesitan del compromiso colectivo en todos los ámbitos. Igual situación se tiene en una geopolítica, en los tiempos y circunstancias con marcados contrastes.

Todo tienen que ver los gobernantes para conciliar una esperanzadora paz a la cual con recurrencia exhortan líderes morales además de religiosos como el Estado Vaticano, en voz del papa Francisco, representante de la cristiandad católica; en su caso desde el mensaje de las habituales homilías, en reuniones con sus pares dignatarios, al igual que en sus visitas regionales a otros países.

No son pocas las voces de personalidades y anónimos que en provecho de su trascendencia en la conversación de lo público evocan el deseo de solidaria prosperidad, sustentada en el esfuerzo para abatir las asimetrías socioeconómicas encausadas hacia el bien común inherente al humanismo, que debería regir al globo terráqueo.

Una justicia social negada en primer orden por los países integrantes del G7; Estados Unidos, Unión Europea, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá, configurado en 1975 con motivo de la crisis del petróleo de 1973, centrando la conversación sobre la economía mundial y la política internacional. Entre estas naciones reside el control de la geopolítica. Rusia y China aun afuera de este bloque también tienen su injerencia en una región afín y extendidas a otras.

Qué paradoja, el foro en cual se reúne el G7 con una agenda de los actuales tiempos y circunstancias con temas globales de su prioridad como «el cambio climático, la guerra en Ucrania, la inteligencia artificial, la paz y la seguridad, la lucha contra el terrorismo, el medio ambiente o el desarrollo sostenible», en los hechos no procuren la armonía de una genuina convicción por hacerla realidad; vinculando al G20 en el que además se incluye a Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, República de Corea, Rusia, Sudáfrica, Turquía. Además de la reciente incorporación de la Unión Africana.

Los miembros del G20 superan el 75% del comercio mundial, promedian el 85% del Producto Interno Bruto igual del orbe y también concentran dos tercios de la población, datos duros que vistos desde perspectivas distintas evidencian una incomprensible radiografía sobre sus claros y oscuros, más lo segundo que lo primero, y por mucho.

El mundo está en vilo encaminándose a la extinción por los mezquinos intereses entre las naciones desarrolladas, que en sentido contrario sin pudor alguno sepultan esa agenda global y con ello los derechos humanos entre las colectividades.   

Por lo contrario, se promueve y se patrocinan los conflictos bélicos como la inmisericorde guerra en Ucrania, prolongada por 3 años próximos a cumplirse el 24 de febrero de 2025. Tal es el descaro que Vladimir Putin, recién impuesto a sí mismo por reelección, al advertir incluso con la destrucción de la humanidad si la Organización del Tratado de Atlántico Norte se involucra activamente. El G7está atado al observar el desarrollo armamentista ruso y la injerencia de Corea del Sur.

La implorada paz, catalogada como tema sustantivo en la elite suprema, cada vez se mira más lejana cuando en «Tierra Santa» Israel sostiene una guerra multilateral con los palestinos asentados en Gaza, sumado a Irán, Jordania, Siria, y Yemen, sólo por mencionar algunas de las tantas naciones en el conflicto. En el mundo, hasta junio de 2024, se tienen en curso 56 guerraas; en Ucrania, Gaza, Sudán, Etiopía, Afganistán, Siria, República Democrática del Congo, Colombia, entre otros conflictos catalogados en convencionales, civiles, de guerrillas, totales, nucleares, religiosas, híbridas y subsidiarias, que parecen no cesar.

México sostiene los sus diferentes focos rojos entre la delincuencia organizada que además escaló hasta estar infiltradas en la gobernanza, cada vez con mayor influencia. Guerrero es botón de muestra y la «Operación Enjambre» visibilizó al Estado de México. Las balas y desmembramiento alcanzaron a alcaldes, exalcaldes, candidaturas, legisladores; y en 20223 a Aristóteles Sandoval, exgobernador de Jalisco.

«El cambio climático, la inteligencia artificial, la paz y la seguridad, la lucha contra el terrorismo, el medio ambiente o el desarrollo sostenible» como prioridades en la geopolítica han quedado como fachada, en la ruta de la degradación. 

eduhdez@yahoo.com