Temporada de Graduaciones y Desencanto

Los nuevos profesionales descubren rápidamente que la falta de preparación y habilidades básicas dificulta su integración en el competitivo mundo labora

Canadá tiene el mayor porcentaje de universitarios, casi 3 de cada 5 de sus ciudadanos tienen una carrera universitaria; relativamente, es el país mas profesionalizado dentro de la OCDE que agrupa a las 38 economías más importantes del planeta. Le siguen Japón, Israel, Corea del Sur y Estados Unidos. En Latinoamérica, Costa Rica es la nación con más universitarios, casi uno de cada 4 de sus adultos, le siguen Colombia con uno de cada 5 y México en el sótano con apenas uno de cada 6. Y es que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inserción Laboral de Egresados de Educación Media Superior, la cobertura educativa y las condiciones económicas de las familias mexicanas, apenas pueden ofrecer la oportunidad de estudiar una carrera a solo 2 de cada 5 jóvenes que concluyen el bachillerato. En Tabasco, la oferta educativa para ingresar al nivel superior rebasa el 40%; pero Chiapas, Quintana Roo, Michoacán y Guerrero, apenas superan el 20%. Las asimetrías regionales también contrastan, de las más de 5,500 Instituciones de Educación Superior públicas y privadas, que educan a cerca de 4.5 millones de estudiantes mexicanos, solo 6 estados concentran la mitad: Puebla, CDMX, Estado de México, Veracruz, Jalisco y Guanajuato. 

Ahora, las graduaciones de este año ya comenzaron; ceremonias y fiestas llenas de emociones, alegrías y mucho gasto; pero también con desencanto e incertidumbre. Según la ANUIES, el INEGI y la Encuesta Nacional de Egresados, la mayoría de los graduados son los primeros profesionistas en sus familias. Y es que la golpeada economía familiar, junto al abandono presupuestario de la educación pública superior, se refleja en una eficiencia terminal cercana a 2 de cada 3 inscritos, un solo titulado por cada 2 graduados y tasa de deserción de hasta 2 jóvenes por cada 10; debido a problemas económicos, necesidad de trabajar y cambio de carrera o escuela. Hoy, las posibilidades de vida adulta profesional para un niño son menores de 5%, o cercanas al 2% si consideramos que cerca de la mitad de los graduados no ejercen. Aunado a quienes encuentran en el mito del amor romántico, la delincuencia, la miseria y el tener hijos, su máxima aspiración de vida; abandonando oportunidades reales de alcanzar un mejor nivel de vida a través de su profesión. Una alternativa se halla en el emprendimiento, con uno de cada 8 recién graduados, apoyados por quienes han creído y confiado en ellos; sin embargo, la inseguridad imperante, los precios y créditos caros, decisiones viscerales y hasta el perjurio, condenan a no muy pocos hacia la ruina y la desgracia.

Si la vida de estudiante con el apoyo de seres queridos, ya trae consigo riesgos de no graduarse, en el mercado laboral será igual o peor. En este país, es más probable que el sueño de graduación se convierta en pesadilla al aventurarse en la búsqueda del primer empleo. Peor aún si la evidente falta de inversión en educación y la negligencia institucional, familiar y del propio estudiante, no favorecen una formación profesional competitiva. Desde hace unos años colaboro en la selección y promoción de profesionales en algunas de las empresas líderes de la región. Y el hándicap es simple y decisivo: ortografía, comprensión lectura, ciencias y matemáticas. Si los graduados no leen ni saben de ciencias, no dominan las matemáticas ni escriben correctamente; difícilmente serán idóneos para coordinar proyectos o personal; tampoco sabrán optimizar tiempos ni recursos. No abonarían al desarrollo y crecimiento económicos nacional ni personal. Más aún, si se les contrata o promueve, representarían un riesgo para la empresa. 

Resignados por no haber aprovechado el tiempo ni la oportunidad que los padres y los contribuyentes les hemos ofrecido, estos nuevos pseudoprofesionales se sumarían a la capa superior del cumulo de analfabetas funcionales. Apenas podrán realizar tareas manuales y operativas, de campo y como obreros, de ayudantes y auxiliares; lo único para lo que les alcanzaría su malograda y desaprovechada carrera. ( drulin@datametrika.com/Investigador Titular, UJAT/Director General, Datametrika Co.)