Gracias, presidente Andrés Manuel
Es el momento propicio para expresar el sincero agradecimiento de millones de mexicanos que hemos disfrutado de los beneficios sociales y de la obra pública realizada durante su gobierno, que ha transformado el rostro de nuestro país.
El próximo 30 de septiembre, al concluir su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejará tras de sí un legado político monumental. Cumplió con las dos etapas esenciales para tener éxito en la carrera política: una estrategia eficaz para alcanzar el poder y una gestión que asegura su trascendencia histórica.
Es el momento propicio para expresar el sincero agradecimiento de millones de mexicanos que hemos disfrutado de los beneficios sociales y de la obra pública realizada durante su gobierno, que ha transformado el rostro de nuestro país.
Presidente Andrés Manuel, esperamos que este mensaje te encuentre en óptimas condiciones de ánimo y salud. Te transmitimos un agradecimiento profundo del corazón del pueblo de México, uno que trasciende las limitaciones del lenguaje y que busca comunicar la admiración por tu perseverancia, dedicación y esfuerzo en la construcción de un México más justo, inclusivo y próspero.
Desde tus inicios políticos, demostraste un compromiso inquebrantable con el bienestar de la sociedad, particularmente de los más vulnerables. Desde tus años universitarios hasta tu lucha por alcanzar el poder y, finalmente, en el ejercicio del gobierno, invertiste tiempo, recursos y energía en una causa mayor que tú mismo, con una visión clara de mejorar la calidad de vida y construir un futuro más brillante para las próximas generaciones. Estamos convencidos de que la semilla que sembraste dará frutos duraderos.
La magnitud de tu contribución a la sociedad mexicana es verdaderamente impresionante. En un país tan diverso y complejo como México, donde los desafíos son numerosos y las necesidades vastas, tu habilidad para abordar problemas específicos y encontrar soluciones efectivas ha sido una inspiración para muchos. Resolviste problemas que afectan a comunidades enteras, desde la educación y la salud hasta el desarrollo económico y la justicia social. Tu capacidad para superar obstáculos demostró un liderazgo verdadero que hizo que México fuera respetado por todo el mundo.
Uno de los logros más significativos de tu incansable trabajo político ha sido transformar la conciencia de los mexicanos. Trabajaste arduamente para mejorar las oportunidades educativas para todos, especialmente para aquellos históricamente marginados. Desarrollaste programas que no solo brindaron acceso a una educación de calidad, sino que también fomentaron el amor por el aprendizaje y el desarrollo personal. Al hacerlo, abriste puertas para innumerables jóvenes, permitiéndoles soñar en grande y alcanzar sus metas.
Fuiste un firme defensor de la salud pública, estableciendo las bases de un sistema de salud robusto y accesible. Contribuiste a salvar vidas y asegurar que las personas recibieran el cuidado necesario, especialmente en tiempos de crisis.
En el ámbito económico, tu trabajo es igualmente transformador. Impulsaste iniciativas que fomentaron el crecimiento económico inclusivo y sostenible. Con tu apoyo a los grupos más vulnerables, lograste reactivar la economía nacional y que tanto ricos como pobres se beneficiaran de ello. Impulsaste la creación de empleos y el aumento salarial.
La justicia social es otro de los pilares fundamentales que construiste. Trabajaste para promover la igualdad de derechos y oportunidades para todos, sin importar origen, género, orientación sexual o estatus socioeconómico.
Además de tus logros tangibles, lograste dejar una huella emocional en el pueblo mexicano. Tu pasión, dedicación y ética de trabajo produjeron resultados extraordinarios, inspirando a muchos a seguir tu ejemplo. Tu trabajo político benefició a millones de familias que reciben directamente apoyo gubernamental. Demostraste que el cambio positivo es alcanzable y que cada acción cuenta. Cada proyecto que emprendiste, cada iniciativa que lideraste y cada desafío que enfrentaste dejaron una marca indeleble en la sociedad mexicana.
Reconocemos que el camino hacia el cambio social y la mejora de la sociedad está lleno de desafíos. A menudo, las dificultades y las barreras pueden parecer abrumadoras, pero tu perseverancia y resiliencia fueron notables. Enfrentaste estos obstáculos con valentía y determinación, sin permitir que las dificultades desviarán tu misión. Esta fortaleza es testimonio de tu carácter y de tu compromiso con el bien común.
Con tu trabajo diario, enseñaste el valor de la humildad. A pesar de los grandes logros obtenidos, mantuviste siempre una actitud digna de servicio a los demás, poniendo el interés de la comunidad por encima de tus propios intereses. Esta humildad subraya la autenticidad de tu compromiso.
Es difícil expresar con palabras la magnitud del agradecimiento y la admiración del pueblo mexicano por el trabajo realizado. Tu esfuerzo deja un impacto duradero y significativo en nuestra sociedad, por lo que estamos profundamente agradecidos. Servidores públicos comprometidos como tú son los que marcan la diferencia; tu legado será recordado y apreciado por muchas generaciones venideras.
En nombre de millones de mexicanos a quienes tocaste el corazón con tu trabajo político cotidiano, te damos las gracias por tu dedicación, pasión y esfuerzo incansable. Gracias por tu visión y por tu capacidad política para hacer realidad los cambios necesarios. Gracias por ser un líder y un defensor de los valores que hacen de México un mejor lugar para vivir.
Estoy seguro de que estás satisfecho y feliz por la misión cumplida y porque dejas el mando a una extraordinaria mujer que garantiza la continuidad del proyecto. Estoy seguro de que puedes estar tranquilo con tu conciencia, sabiendo que contribuiste con tu mayor esfuerzo al bienestar de tus semejantes.
Con nuestro mayor reconocimiento y admiración.