Escala Crítica
01/04/2025
Poder presidencial y república: autoridad y autoritarismo, responsabilidades y límites.
- Mitologías del presidencialismo y tiempos de cambio de régimen.
- México, análisis complejo: ¿presidente, caudillo, estadista o líder?
- Democracia y república: ¿sin democratizar poderes institucionales?
EL PRIMER AÑO de la Presidenta Claudia Sheinbaum es complejo. Veamos: presión intensa de Estados Unidos en comercio, migración y seguridad; cambio estructural del Poder Judicial, con votación ciudadana (junio) para elegir ministros, magistrados y jueces; 20 reformas 4T que se presentaron en el Poder Legislativo y que modifican el marco institucional con un sentido que disgusta a las élites; consolidación y disputa por el poder en el partido hegemónico (Morena) y aliados (PT y PVEM); historias/dramas de desapariciones forzadas y debate con intencionalidad política, niebla mediática y justicia sin coordinación.
Variable principal: la decisión de profundizar el cambio de régimen, con el segundo piso 4T que encabeza Sheinbaum. Aunque ´la voluntad de poder no es lo mismo que ejercer el poder", dictan clásicos de la política. Más aún, si se trataba de relevar al político de mayor peso en el siglo XXI mexicano: Andrés Manuel López Obrador.
Retornemos, pues al análisis del poder presidencial en el marco del cambio de régimen.
HISTORIA Y PRESIDENCIALISMO
PODER PRESIDENCIAL no es poder dictatorial, aunque algunas veces lo ha sido en México. Porfirio Díaz estuvo 30 años en el Poder Ejecutivo. Antonio López de Santa Anna fue 11 veces Presidente y terminó como ´Alteza Serenísima´. Álvaro Obregón gobernó de 1920 a 1924, descansó un periodo, se reeligió para un segundo mandato en 1928 y fue asesinado. Plutarco Elías Calles trazó el ´Maximato´ que rompió Lázaro Cárdenas en 1934.
Por historia, aclamación y costumbre, se le atribuyen al Presidente facultades extralegales y autoritarias que colindan con las que se otorgan a sí mismos los dictadores. Los estudiosos afirman que la cultura presidencial viene del Tlatoani prehispánico y el comendador español de la Colonia: abusos de poder. Y reflejos autoritarios comulgaron con el presidencialismo: hacendados, caciques regionales, líderes sindicales, charros, gobernadores sin límite legal; burocracia facilitadora de corrupción. El poder presidencial clásico propicia espejos autoritarios en la vida social.
ENTRE PODERES TE VEAS
EN UNA REPÚBLICA, el Poder Ejecutivo tiene límites constitucionales, igual que los poderes Legislativo y Judicial. En teoría, existe vigilancia mutua y autonomía decisoria. Si se rompe el pacto republicano, aparece el autoritarismo.
Por otra parte, ´caudillo´ es concepto que profundiza el equívoco entre poder presidencial y poder dictatorial. En América Latina existe la tradición del ´hombre fuerte´ que, de manera autoritaria y paternalista, encarna anhelos presuntamente igualitarios, lo que llega a ser lastre para el desarrollo democrático de los pueblos.
Existe un concepto opuesto al de caudillo: estadista. ¿Y lo que ocurre quizás es combinación accidentada entre presidente, caudillo y estadista, todo en la misma biografía?
Por ejemplo, al evaluar el peso histórico de AMLO debe meditarse cómo desde el poder antepuso modos abiertos y democráticos. No fue poca cosa usar el poder presidencial para enfrentar poderes fácticos. Cierto que hay mucho todavía que aclarar en ese proceso. Ahora Sheinbaum: su marco hegemónico institucional es mayor, su peso simbólico parece menor.
Es clara la preponderancia individual del cargo de presidente y presidenta. Sin embargo, esa preponderancia genera quizás atribuciones excesivas de influencia. Muchos políticos afirman que el poder presidencial rebasa cualquier límite. Pero voluntad de poder no es ejercicio del poder efectivo. ¿Se prolonga el mito del presidencialismo? Sheinbaum mira algunas de sus iniciativas enmendadas por sus propios correligionarios en el Congreso. Se traslada ahí la lucha no concluida por la candidatura presidencial del 2024. También hubiese querido resolver con rapidez el tema de los desaparecidos en Teuchitlán, Jalisco. Lección: el poder requiere operación política.
Hay estudios ilustres del poder presidencial: "El estilo personal de gobernar" (Daniel Cosío Villegas), "País de un solo hombre" (Enrique González Pedrero), "La presidencia imperial" (Enrique Krauze), "El verdadero Díaz y la revolución" (Francisco Bulnes), "De Díaz a Madero" (Friedrich Katz). "Lázaro Cárdenas y la revolución mexicana" (Fernando Benítez), "Liberalismo autoritario" (Lorenzo Meyer). Y más. Ahí se ve la complejidad de las variables del poder.
A contracorriente de la visión clásica del poder presidencial, vale la pena citar a un personaje literario, Galio Bermúdez, que desmiente a su autor, Héctor Aguilar Camín, analista centrado en la eficacia del poder presidencial: "hay quienes creen que basta que el Presidente exprese un deseo para que se haga realidad". En cambio, Lázaro Cárdenas, perito de los límites del poder y la fuente de su legitimidad, subrayaba la importancia de escuchar al pueblo.
AL MARGEN
MUCHO SE ESPERA del poder presidencial. Poco se habla de la democratización del poder judicial y legislativo. ¿El cambio de régimen implica reformulación de influencia entre poderes? Es lo que debe resolver Sheinbaum y la 4T. La ciudadanía luchó por sacudirse la mentalidad de súbditos. Cambio desde abajo. Por ello, la primera mujer presidenta de la historia sostiene que debe democratizarse la república. Un desafío frente a tantos intereses creados.
( vmsamano@hotmail.com)
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