Escala Crítica
13/02/2025
Trump al ataque, Putin al contrataque: poder, mundo y decisiones.
EN UN ANTERIOR comentario me referí a la importancia de la moderación y autocontención del poder. Ahora que diario PRESENTE está cumpliendo 66 años, me parece oportuno recordar que no sólo se difunden noticias –muchas de ellas alarmantes en el tiempo actual-, sino también se debe contribuir a que las buenas ideas, el pensamiento valioso, circule. Por ello retomaré a un personaje fundamental en la historia contemporánea, quien dejó lecciones a los ciudadanos en el poder o a ras de tierra.
Václav Havel (1936-2011) fue político checo con voz ciudadana. Cualidad rara, mantener tono civil mientras se sube al estrado del poder. Esa cualidad, que muchos políticos consideran defecto, no debe confundirse con "hablar en nombre de los ciudadanos". Havel hablaba como ciudadano en los foros que ocupó por su actividad pública. Dramaturgo con temas sociales delicados (obra prohibida en Checoslovaquia, 1968-1979), perseguido por sus ideas democráticas y encarcelado por la lucha libertaria de su país contra la Unión Soviética, Havel fue voz respetada en los años del deshielo comunista (1989-1993). Como presidente de la República Checa, anticipó la complejidad existencial del siglo XXI. Pocos, muy pocos, políticos con poder han mantenido tal coherencia.
LOS MOTIVOS DE HAVEL
IDEA CENTRAL, en Havel, es el rol de identidad y emocional del Estado-Nación. Frente a la sociedad global, los ciudadanos enfrentan varios dilemas: "En mi opinión, el Estado debe ser redistribuido entre los otros aspectos que conforman nuestra identidad. Con esto me refiero a los distintos niveles de aquello que percibimos como nuestro hogar y nuestro entorno natural: nuestras familias, las compañías para las que trabajamos, las comunidades en las que vivimos y las organizaciones a las que pertenecemos, así como nuestra región, nuestra profesión, nuestra iglesia e incluso nuestra Tierra, el planeta que habitamos". Voz política con tono ciudadano que anticipa escenarios: confusión por mezcla indiscriminada de esferas sociales y económicas, sin claridad jurídica y política. El remate de la idea: "Todos estos son los diferentes contextos en los que se forman nuestras identidades y en los cuales vivimos nuestras vidas". No hay, en el siglo XXI, proyecto político que aborde la complejidad cultural que afecta la vida cotidiana. La 4T asume que quiere ir en esa dirección, aunque falta tiempo para ver resultados que consoliden identidades ciudadanas en construcción. Y también la prueba del ser, del poder.
TRUMP Y PUTIN: ¿SINTONÍA?
MIENTRAS TANTO, con tosquedad, Vladimir Putin y Donald Trump miran todo en blanco y negro. Entrevistado por la televisión rusa, Putin afirmó (27/1/2025): "Creemos lo que el presidente Trump ha dicho sobre su disposición para trabajar juntos. Estamos siempre abiertos a esta posibilidad y estamos preparados para las negociaciones". Y añadió: "Sería mejor que nos reuniéramos, dadas las circunstancias actuales, para hablar con calma". Putin quiere un cara a cara, mientras los otros actores geopolíticos quedan como el chinito.
Putin, sobre Trump: "es listo y pragmático". Adulación que continuó en tono de conveniencia geopolítica: "dudo que el presidente estadounidense vaya a hacer algo que dañe a Rusia. Eso tendría repercusiones también para la economía de Estados Unidos". Se refería a las recientes amenazas de Trump sobre imponer sanciones y aranceles a Rusia, si Putin no estaba dispuesto a poner fin a la guerra en Ucrania. ¿Cuál es el contexto? En el Foro Económico Mundial (Davos, Suiza) Trump propuso rebajar el precio del petróleo como medida de ataque contra una de las fuentes principales de ingresos de Moscú. Putin respondió que "unos precios excesivamente bajos del petróleo tampoco serían buenos para Estados Unidos". Mensaje con jiribilla, pues Trump presumió que acabaría con la guerra Rusia-Ucrania en su primer día de mandato. Escribió Trump en su red virtual: "Si no llegamos a un acuerdo pronto, no tendré otra opción que la de elevar las tasas, aranceles y sanciones de todo lo que venda Rusia a Estados Unidos, y otros países participantes". Trump, simple en su enfoque, todo lo quiere arreglar con aranceles. Su mentalidad empresarial no lo abandona: cree en "presionar las ganancias". ¿Y así llegará a la paz? Podrían surgir otros conflictos. Mientras tanto, Putin prefiere lanzar elogios a Trump y recicla la peregrina idea de que "la guerra [Rusia-Ucrania] nunca habría empezado si el expresidente Joe Biden no le hubiera robado las elecciones en 2020". Diplomáticos rusos fueron sancionados por injerencia electoral pro-Trump. Putin no esconde filias: "Siempre he tenido una relación empresarial, pragmática e incluso de confianza con el actual presidente", declaró al Times de Moscú. ¿Qué se piensa en Ucrania y Europa? No entusiasma la idea de una reunión Trump-Putin, pues ni Ucrania ni Europa estarían sentadas en esa mesa. "Putin quiere negociar el destino de Europa sin Europa. Y quiere hablar sobre Ucrania sin Ucrania", enfatizó el jefe de la oficina del presidente de Ucrania, Andriy Yermak. El presidente Vladimir Zelenski dijo (24/1/2025) en su vídeo/discurso diario: "Putin está intentando manipular a Trump".
Entre zorros te veas.
POLÍTICA ¿SIN CIUDADANOS?
EN ESTA geopolítica de guerra, aranceles, sanciones, amagos y precios del petróleo: ¿dónde están los ciudadanos? Hay un punto donde la política devora el interés comunitario. Václav Havel lo advirtió, en palabras que no cayeron bien a sus pares políticos: "existe algo de más alto valor que el Estado y la geopolítica. El Estado existe para servir a la gente y no al contrario".
(vmsamano@hotmail.com)
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