El SAT de los sueños
Imaginen declarar sus sueños en una oficina creada para ello; esa es la premisa de "El palacio de los sueños" de Ismail Kadaré, fallecido el pasado 1 de julio.
USTED Y YO SOÑAMOS. Y encontramos en los sueños indicios de algo probable. Y el pasado y futuro se mezclan. Hay pesadillas y sueños húmedos. A veces por allí creemos ver avisos de algo que nos va a suceder. Y sucede de manera fortuita o no. Alguien sueña con su madre que vive lejana. Y a las pocas horas muere, ella o el que sueña. Como si en sueños se despidiera. Y alguien sueña que hay un complot contra el tirano. Ahora imagine que esos sueños usted los tiene que declarar en una oficina que fue creada para eso. Precisamente de eso trata uno de los libros que estoy leyendo: "El palacio de los sueños", de Ismail Kadaré, fallecido el pasado 1 de julio en Albania. El escritor más conocido de ese país, el más famoso, el más prolífico.
ESO DE TENER LIBROS DISPONIBLES en formatos PDF o ePub, dominado el prurito de estar haciendo algo ilegal al bajarlos, nos da facilidad para tener a la mano de lo mejor en literatura en nuestras manos. Si no vencemos ese prurito, entonces también hay facilidades para adquirir libros digitales a razonable buen precio. Y estoy de acuerdo por supuesto con quien los prefiere en físico. Yo de ambas maneras, si lo importante es leer. Y es maravilloso que nuestros jóvenes lean en los formatos que ellos quieran o puedan.
HAY QUIEN ME DICE: "pero al bajar de esa manera pirata los libros a cambio toman tus datos personales y todos tus movimientos como si compras Piza o pepitas fritas en el OXXO, mercado libre y peor con Temu". Y pudiera ser cierto, que no lo dudo. Solo que a quién le puede importar mis datos siendo un pobre venadito que habita en la serranía, y que no baja a tomar agua de día... Mis watsapp son de lo más simple entre los millones y millones de mensajes que se entrecruzan en el espacio. "Ya voy", "Ok", "¿un cafecito?", "Hoy no tengo tiempo", "Chau", "Besos" y cosas por el estilo. Comunes respuestas que a quién le pueden importar.
PRECISAMENTE ANOCHE ME ENTERÉ de la muerte del escritor Albanes Isamíl Kadaré a los 88 años de edad. Sabía de su nombre y no de su obra. Y al instante me puse a buscar libros de los que circulan en esos formatos digitales. Aparte de reseñas sobre su vida y obra. Recordemos que Albania, con su capital Tirana, fue dominada por una dictadura férrea por cerca de 40 años. Y siendo escritor favorito del tirano Enver Jalil Hoxha, logró mediante la literatura desnudar y burlarse del régimen.
DOS DE SUS LIBROS (que fue un escritor prolífico, y siempre en la misma linea de desenfado, de sarcasmo, mordacidad y burla) denuncian la mano dura del tirano y su corte. "En Palacio de los sueños" destaca el Ministerio que se encarga de recibir los sueños de los ciudadanos, con oficinas locales y regionales, para que hasta los más lejanos hombres y mujeres les den a conocer sus sueños, con la seguridad que en ellos (el entreveramiento e intrincado modo de presentarse de los sueños) se pueden presentar signos para tomar en cuenta en las decisiones de los funcionarios de la dictadura, tanto para buscar el bien como para atemperar desastres y evitar desmanes, aplastar rebeliones, etc.
CIERTO, ESO ES FICCIÓN, alegoría de lo encubierto, para sacar a la luz pública mediante un conjunto de imágenes, todo lo que sucede en esos meandros del poder, donde el ciudadano es más que un número, parte del rebaño, parte de un colectivo donde se sustenta el poderío de un solo hombre, una sola perversidad, un solo pensamiento que dice, dicta, ordena, manda, por sobre los millones de pensamientos que se asientan en un territorio. Y para eso tiene que tener toda la estructura del estado bajo su mando, donde no se mueve una sola hoja si no es por lo que usted ordene y mande, sí, señor.
CUANDO LE DICEN EN ENTREVISTA que el dictador, afecto a sus libros, que lo entretenían como juego de niños, como si fuera literatura infantil la que escribió Kadaré, era quien lo protegía, pues se dice que lo salvó en varias ocasiones cuando estaba en la lista de los matones al servicio del régimen, el escritor sonríe, y dice: "salvarme de qué, solo que de él mismo". Kadaré estudio literatura en el colegio soviético Maxim Gorki, donde se enseñaba a ser escritor pequeño o mediocre, no grande, porque los grandes incomodan a los regímenes dictatoriales, como en ese preciso tiempo de sus estudios, Boris Pasternack, que era señalado como escritor al servicio del imperio norteamericano, y que por cierto ganó en 1958 el premio Nobel, solo que no fue autorizado para recibirlo.
EN EL DECIR DE KADARÉ: los escritores pequeños y medios son necesarios para distraer regímenes y entretener a las masas. Es allí donde se enfrenta la realidad y la gran literatura. La realidad por encubrir y enlodar al gran autor que desnuda los estropicios de los dictadores. Y la gran literatura, como rayo de luz y esperanza, por develar y mostrar la realidad lóbrega, gris y oscura de las sociedades bajo el yugo de regímenes criminales. Solo que la gran literatura se impone y permanece. Y las dictaduras mueren, pero nacen otras.
Y ES PRECISAMENTE EN LA NOVELA "El fin de los dioses en la estepa", donde plantea las vicisitudes de Pasternack, por lo cual asumo el pendiente de leerla. Ismail Kadaré ,por cierto, fue candidato desde los años 90 al premio Nobel, y se fue sin recibirlo. Aunque sí recibió el reconocimiento del Premio Príncipe de Asturias en 2009, y su obra está publicada en más de 40 idiomas, entre ellos el español, francés, ruso, italiano y chino mandarín. Libros de Kadaré: "Abril quebrado", "El palacio de los sueños", "El general del ejército muerto", "La pirámide", "El cerco", entre muchas otras.
ALGO RELACIONADO CON LOS SECRETOS de los Estados imperialistas, que guardan muy bien bajo 7 candados, porque son constancia de sus maquinaciones para golpes de estado, gasto de guerra, sobornos, desvíos, magnicidios, etc, tiene que ver con Julian Assange, que estuvo varios años detenido por mandato de Estados Unidos por el delito de difundir los papeles y videos conocidos como Wikiliks. Asangge logró burlar los encriptados que mantienen bien protegidos los archivos de guerra y de gobierno (que es lo mismo) de los Estados Unidos. Y apenas ¡hace días fue liberado mediante acuerdo. Es decir, el periodista tiene muchos más documentos que logró sacar, y que mantiene en cajas fuertes en distintos lugares, por lo que EEUU se vio en la necesidad de ofrecer un acuerdo. Y tan, tan.
POR ESO LLAMA LA ATENCIÓN la obra de Kadaré, que confieso no había leído nada de el. Su obra se compara con la de Kafka, y en otro sentido, con George Orwel. Y el Palacio de los sueños, es muestra de ellos. Porque en todo caso los sueños de Assange fue hacer volar a los cuatro vientos los secretos recónditos de un Estado imperialista como los Estados Unidos. Esto desde el periodismo. Y Kadaré desde la ficción mezclada con la siniestra realidad de la dictadura de Albania, que en el nombre de su capital lleva el estigma: Tirana.
UN AMIGO ME PREGUNTA que cómo llego a un autor que desconozco. De dos maneras, ninguna de ellas el azar. Una, cuando los escritores que admiro publican un artículo donde reseñan a un autor en específico y hablan de su obra en general o en particular de una de ellas. Y dos: cuando estoy leyendo o viendo las noticias y me entero de un premio internacional otorgado a un desconocido (para mí), o cuando fallece, como es el caso de Ismail Kadaré, fallecido apenas el pasado 1 de julio, en su tierra Albania natal, luego de no sobrevivir a una crisis cardiaca. Y de allí los busco en formatos PDF o ePub, gratis. Y al encontrarlos me meto literalmente en ellos.