Cartas del Trópico
Los cien días de gobierno de Javier May
Tabasco no es solo inseguridad. Es mucho más que eso. Desde hace tres meses la dinámica de gobierno es distinta. Se trabaja de tiempo completo para sacar del atolladero a Tabasco. Hay acercamiento y atención directa al pueblo. Lo público es cada vez más público y se rinde cuentas a los ciudadanos.
Se habla con la verdad y se cumple lo que se promete. Vamos a los hechos: revocación de mandato, elección de delegados, programas convertidos en derechos sociales en la Constitución local; se redujo 20% el salario del gobernador; austeridad, reforma administrativa para hacer más con menos. Y mucho más.
Así ha sido el último trimestre de 2024, que le tocó cerrar al gobernador, pues hay que recordar que asumió el cargo el primero de octubre. Ayer rindió el primero de los informes trimestrales que se comprometió realizar para informar directamente a la gente de cómo marchan los asuntos públicos.
En ese lapso, Javier May ya ha cumplido 39 de los 50 compromisos que anunció en el inicio de su campaña por el cargo que hoy ocupa y lo hizo como él mismo lo dijo ayer: "en un contexto inédito".
Lo que no han entendido sus detractores, es que él asumió la gubernatura "con un presupuesto comprometido" y "una dinámica de violencia creciente", en la que se le exige que de la noche a la mañana disminuya la inseguridad, como si él fuera el causante de lo que ha estado pasando.
En su informe rendido ayer en el teatro Esperanza Iris, resaltó que "ante el abandono del pueblo la delincuencia avanzó y hoy vivimos hechos de violencia que no ocurrían en nuestra tierra". Esa es la explicación.
Por eso no sólo se combate el crimen organizado sino que además se atienden las causas para que los jóvenes no caigan en conductas antisociales. Se ha avanzado mucho en tan poco tiempo.
Insultos, cuando se carece de argumentos
"Ignorante", "inepto", así califica Lorena Beaurregard, al gobernador Javier May, como si ella fuera una ilustre académica, experta en seguridad o un dechado de virtudes. Esa actitud despreciativa es lo que mejor la define como política, si es que en verdad hace política. No lo creo. Lo de ella es politiquería, dijera López Obrador.
Se quedó en la campaña. No ha superado su apabullante derrota. El pretexto idóneo para desahogar toda su frustración es la inseguridad. Todo descalifica, nada reconoce. De todo y por todo opina. Claro, está en su derecho. Es su decisión mostrarse como lo que realmente es. No se puede esperar otra cosa, no dejaría de ser Lorena Beaurregard.
Esa es su narrativa revestida de clasismo, racismo y de odio enfermizo. Se presume un ser superior al mandatario, pero la realidad la ubica en su justa dimensión.
Si comparamos su trayectoria política, no tiene nada que presumir ni de qué enorgullecerse, aunque aquí respeto su hoja de servicio, porque no somos iguales.
Es entendible que los adversarios políticos del gobernador no reconozcan los esfuerzos que se hacen para abatir los índices de inseguridad que se registran en Tabasco, mucho menos que acepten que se va por la dirección correcta, que las ejecuciones se dan entre miembros de bandas delincuenciales rivales por cuestiones de drogas y otros ilícitos.
Lo que es inaceptable es que un actor político tenga como argumento el insulto y la ofensa, pero también entendemos que no se le puede pedir peras al olmo. Hay políticos que jamás van a trascender porque su hechura es de muy mala calidad. Son como las macetas, del corredor no pasan.
Epistolario
El gobernador confirmó que asistirá al informe de los primeros cien días de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum que rendirá el próximo domingo en el zócalo de la Ciudad de México... La próxima semana el Congreso realizará dos sesiones extraordinarias para ver todo lo relativo a la reforma al Poder Judicial local...Los integrantes del gobierno deben anotar el mensaje del mandatario estatal: "cada día que pasa no es un día más de nuestra administración, es un día menos que nos queda para cumplir a la gente". No se distraigan en grillas propias.