Vuelta Continua

Las razones del adelanto: en julio la candidatura para el 2024

Por razones de estrategia -como bien a notó en PRESENTE un analista-, el reciente episodio de salud del Presidente también influyó y la sucesión presidencial en Morena se adelantará. En julio próximo, si los pronósticos son certeros, habrá candidata o candidato presidencial.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, consideran analistas, no quiere dejar ese asunto pendiente ante una nueva eventualidad médica, como la que recientemente vivió en Mérida. Haberse desconectado de la realidad, aunque fuera por un breve periodo, supuso una alerta para el mandatario.

Ante un escenario funesto- que nadie lo desea ni se está invocando- y sin definición de la candidatura presidencial de su seguro sucesor o sucesora, cobraría sentido el dicho popular: “A río revueltos ganancia de pescadores”.

Lo que está en juego es el futuro de la 4T, el proyecto de nación enarbolado por el presidente López Obrador. Por eso, el tabasqueño no quiere ningún margen de error de cálculo político.

Aparte de la experiencia y capacidad, influirá en la nominación presidencial, sin duda, el grado de lealtad no solo al tabasqueño, sino el compromiso de afianzar el proyecto, profundizar la transformación social emprendida por el presidente, no ceder espacios ni posiciones al conservadurismo.

EN LA CUMBRE

El viernes 28 de abril, antes de reunirse con los senadores de Morena y aliados, López Obrador sostuvo un encuentro con los cuatro aspirantes a la candidatura a la Presidencia de la República.

Analistas estiman que en esa reunión el presidente no solo planteó la necesidad de mantener la unidad interna, cesar los golpes bajo entre ellos -el enemigo está enfrente no adentro-, meterse de lleno a la campaña de Delfina Gómez en el Estado de México. Sobre todo, puso sobre la mesa la definición del candidato.

  

En el terreno de la especulación, se ha llegado a decir que probablemente la encuesta pase a segundo término y de una vez por todas se elija al candidato o candidata. No hay una certeza de que, efectivamente, el Presidente haya pintado su raya al respecto, principalmente porque ha vuelto a decir que el dedazo y el tapadismo son asuntos del pasado.

Lo que también ha dicho el mandatario es que Morena debe contar, a más tardar en julio próximo, con el nombre de quién aparecerá en las boletas en la elección presidencial de 2024.

Diciembre se ve muy lejano todavía como para aguantar hasta ese tiempo esta importante definición, porque estamos hablando del sucesor o sucesora de López Obrador, sin menoscabo de la oposición, las encuestas no le dan a la alianza “Va por México” ninguna posibilidad de triunfo, por lo menos hasta ahora.  

En julio próximo se supone Morena deberá emitir la convocatoria para elegir a su candidato presidencial. Habrá que ver si solo se sentarán las bases y las reglas del juego o si de plano habrá consenso, unidad, con base a los sondeos, para elegirlo de una vez y que cuente con el respaldo de los que no resulten electos o electa.  

El presidente ha dicho que ninguno de los que no resulten ganadores se quedará con las manos vacías, todos tendrán una encomienda de “importancia” para garantizar la unidad necesaria para hacer válida en las urnas el vaticinio de las encuestas.

Por eso no fue casual que el presidente se rodeara de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno; Marcelo Ebrard, canciller; Adán Augusto López Hernández, titular de la Segob, y  (por fin) Ricardo Monreal, durante el encuentro con los senadores morenistas y aliados.

El mensaje fue de unidad ante los embates de la derecha, que, ante la desesperación por su inminente derrota en el Estado de México, está atacando con todo a la familia del Presidente pensando que así van a lograr minar el apoyo ciudadano del que goza López Obrador.  

Si vemos las encuestas, como ningún otro mandatario en la historia reciente, tiene el respaldo mayoritario de los mexicanos a estas alturas de su sexenio, quinto año de gestión. Lo que el Presidente quiere y está impulsando con sus acciones de gobierno, es que ese respaldo se refleje el dos de junio de 2024.

Para ello, será indispensable que quien obtenga la candidatura cuente con todo el apoyo presidencial.

POSTDATA

Por lo pronto, Sheinbaum, Ebrard, López Hernández andan haciendo su lucha por posicionarse en el ánimo de los morenistas y ciudadanos. Monreal ha expresado que prefiere no ser nada antes que traicionar al presidente. ¿O acaso el zacatecano ya logró amarrar algo? Ocurrió en 2017.