Solos, construimos méxico
Como dice el poeta "La Malinche dejó su herencia de traiciones, pero a la vez hay Juárez para los miramones"
Como dice el poeta "La Malinche dejó su herencia de traiciones, pero a la vez hay Juárez para los miramones" y esto marca la lucha del pueblo de México que ha podido construir el país fuerte, libre y respetado que disfrutamos, a pesar de una poderosa y añeja quinta columna de sumisos entreguistas con sangre de ñapangos.
Con la destitución y asesinato de Vicente Guerrero, Presidente de ascendencia indígena y africana, se entronizan militares y clero con los fueros, acotan libertades, cancelan el federalismo y durante 20 años vivimos enfrentamientos que llevan a la intervención norteamericana y la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio.
Del Plan de Ayutla, 1 de marzo de 1854, al Cerro de las Campanas, 19 de junio de 1867, vivimos una lucha heroica del pueblo por recuperar sus libertades y darse una nueva Constitución, que llevó a una sangrienta Guerra de Reforma de tres años con más de 25,000 muertos de ambos bandos.
Vencidos en Calpulalpan, el arzobispo Pelagio Labastida y Dávalos se traslada al Castillo de Miramar a suplicar a Maximiliano que nos venga a gobernar y promueve la intervención francesa que comprometía el erario y la soberanía en favor de Francia, y funge como regente del "imperio" que nunca existió, ya que Juárez era Presidente.
Al arribar Maximiliano, expide su decreto llamado "negro" en el que ordena que cualquier mexicano sorprendido con un arma, sea fusilado inmediatamente. Así, invasores franceses y traidores conservadores asesinaron a miles de patriotas. En cambio, el filibustero Maximiliano fue sometido a un juicio en el que contó con la defensa de los mejores abogados de su época y finalmente fue condenado a muerte.
A los más de 25,000 muertos en las guerras de reforma, en 21 batallas, ahora tenemos que agregar los muertos por la intervención francesa, que suman 56,000 mexicanos, 32,000 patriotas mexicanos y 24,000 traidores conservadores, más 16,000 entre franceses y austriacos.
Y conviene recordar el pensamiento del mejor presidente que ha tenido este país, declarado por gobiernos y legislaturas extranjeras Benemérito de las Américas:
"La nación ha manifestado de un modo expreso y terminante, que no es su voluntad que se hipoteque o se enajene su territorio. Que el enemigo nos venza y nos robe, si tal es nuestro destino; pero nosotros no debemos legalizar ese atentado entregándole voluntariamente lo que nos exige por la fuerza. Si la Francia, los Estados Unidos o cualquier otra nación se apodera de algún punto de nuestro territorio y por nuestra debilidad no podemos arrojarlos de él, dejemos siquiera vivo nuestro derecho para que las generaciones que nos sucedan lo recobren. Malo sería dejarnos desarmar por una fuerza superior pero sería pésimo desarmar a nuestros hijos privándolos de buen derecho, que más valientes, más patriotas y sufridos que nosotros lo harían valer y sabrían reivindicarlo algún día."
Y para terminar recuerdo aquellas palabras del gran liberal Joaquín Francisco Zarco Mateos que también transcribo:
"Solos mantuvimos el fuego de la insurrección durante once, solos afianzamos nuestra independencia, solos burlamos las tentaciones de reconquista, solos hemos adelantado el sendero de la civilización. Solos, pues, tenemos que salvar nuestra autonomía, o al menos nuestro nombre, seguros de que sean cuales fueren nuestros desastres, no hay ya conquistas que puedan extinguir las nacionalidades que defienden vigorosas su derecho a existir."
Pero tenemos que estar alertas y activos. La quinta columna ha renacido y crecido. Y hoy como ayer, amenaza nuestra soberanía y nuestras libertades.