Sobre arena

Román Peregrino, arraigo y voz


Román Peregrino López cumple 70 años en 2025. Nacido un 11 de marzo de 1955 en Jalpa de Méndez, Tabasco, es un cantante que encontró un estilo en la Sonora de Los Diáconos, organización musical tabasqueña en la que fue su voz principal durante 32 años.

Aunque en un principio aprendió a cantar baladas imitando a grandes voces como las de José María Napoleón y entre vocalistas de Los Ángeles Negros, Los Pasteles Verdes y Los Terrícolas, Peregrino halló un sello personal al diversificar su voz a través de otros géneros, entre ellos: el bolero, el danzón, la rumba, el chachachá y la cumbia.

Como cantante en la Sonora de Los Diáconos, agrupación fundada en Cunduacán, el jalpaneco vivió una época dorada cantando el repertorio de la Sonora Santanera y también, en menor grado, de la Matancera y Dinamita.

A pesar de los múltiples viajes por municipios tabasqueños y otras localidades del sur de México, Román Peregrino nunca cambió su lugar de residencia en el barrio de Santa Ana —calle Allende— de Jalpa de Méndez.

A los 32 años de trabajo con la Sonora de Los Diáconos, sumémosle otros 20 años como cantante dado que comenzó en los años de su juventud. En resumen: la trayectoria de este personaje jalpaneco supera el medio siglo.

A los 16 años de edad, Román Peregrino López comenzó a memorizar letras de canciones para interpretarlas en reuniones familiares y durante los recesos en la Escuela Secundaria Joaquín Ferrer, a tres calles de su casa; y cuando la ocasión lo ameritaba también entonaba en el salón de clases, canciones que oían los peatones de avenida 27 de Febrero. Así, de la adolescencia a la juventud, su voz cambió y alcanzó tonos altos, razón suficiente para dar el siguiente paso:

En la década de los años setenta, y así lo recuerda, asistió a una boda en la que amenizaba el grupo musical Los Selenautas. Sin importarle que era un veinteañero, pidió la oportunidad de cantar un éxito de la época. Esto no solo agradó al público sino a los músicos, que otro día y ante la renuncia de la voz oficial, contrataron a Peregrino. Aquella canción de Grupo Yndio, "Sin tu amor", misma que deleitó a todos en la fiesta de matrimonio, había sido una auténtica carta de presentación. Con Los Selenautas, la primera agrupación de su vida y en la que estuvo veinte meses frente al micrófono, se abrió camino en el mundo musical. Así, siguieron sus actuaciones y presentaciones, de cinco años, con Los Klipper´s, banda musical que en un principio se llamaba Los socios de la Onda hasta la llegada de Peregrino, quien propuso el nuevo nombre. Además, fue el cantante de Los Condor´s, originario de Nicolás Bravo, Paraíso, hasta su llegada a la Sonora de los Diáconos cuando ya había madurado como cantante y cuando se enfilaba a sus primeras cuatro décadas de vida, etapa en la que "con experiencia", se consolidó.

De todos los géneros cantados, la balada fue su predilecta, porque por medio de esta se "inspiró más". El canto de Peregrino no solo ha sido sobre un escenario, también lo ha hecho entre conocidos. Hace poco les cantó a vecinos de Santa Ana, donde eligió un repertorio de las voces que siempre ha admirado, la de José José, José María Napoleón, Joan Sebastian, Juan Gabriel, así como la de los vocalistas de Los Bárbaros, Los 7 Modernistas, Los Socios del Ritmo, entre otros. Y estos mismos vecinos aún disfrutan de su timbre de voz semejante al de Silvestre Mercado, fundador y voz principal de La Sonora Santanera.

La otra faceta de Peregrino es la de compositor. Los Klipper´s le grabaron "Mi burrita cargadora". También escribió "Peligro" y "Villahermosa, hermoso jardín" (a ritmo de merequetengue y zapateado); sin embargo, todavía no las registra en la Sociedad de Autores y Compositores. De las últimas composiciones, están: una dedicada al presbítero Rubén Ponce de León Murillo (con la música de "Mi árbol y yo") cuando cumplió 40 años de sacerdocio:

"Tomé la tonada de esta canción porque a él le gustaba mucho, y se la canté acompañado de guitarra y de coristas en un homenaje que organizaron las hermanas Gómez Mirabal".

Casado con María Esther Torres Martínez, padre de ocho hijos y abuelo de 17 nietos, sigue cantando, pero ya lo hace alejado de las preocupaciones que implica el danzar con una agrupación musical y el de ocupar varias horas de la noche y madrugada. Ahora, solo lo hace porque sabe que continúa siendo feliz, y lo disfruta.

@Librodemar