Reposo del caminante
El privilegio de escribir y contar
Ser periodista es tener el privilegio de cambiar algo todos los días, dicen que dijo el Gabriel García Márquez. Ser periodista requiere de una dedicación que respeto desde los tiempos de mi tío Agustín Mendoza Pérez que tuvo por algunos años una columna llamada "Como en Botica" publicada en el diario Rumbo Nuevo.
Fue la época de las viejas plumas, del talento y la disciplina.
Muchas veces lo acompañé con algunos primos como el comunicador José Guadalupe Jiménez Mendoza a muchos desayunos de periodistas, recorrimos rotativas, conocí directores y leyendas.
Me gustaba coleccionar las portadas de los diarios y contraponerlas, leer las tiras cómicas, las cartoneras.
Sigo siendo un apasionado de la tinta y el papel, de las notas con aire de verdad o verosimilitud.
Hace algunos años editamos y publicamos, de la mano de su diseñador Ricardo Cámara Córdova, el recurso financiero de anunciantes sumado a las propinas de Luis Arturo Gámez desde Malasia, un periódico cultural llamado Paideia que algunos amigos y colaboradores recuerdan y donde ya no sé si por maldad o porque no había otro me hicieron subdirector.
Agradezco hoy la oportunidad que me permite el periodista Víctor Sámano Labastida, director de Diario Presente y Grupo SIT, en Villahermosa, de que me lean en su plataforma digital y su versión impresa.
Es un espacio importante y una oportunidad que tomo con mucho respeto y gratitud.
Un abrazo hasta el cosmos tío Agustín.