Desde la antigüedad el ser humano ha estado en constante tránsito. Algunos se desplazan en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias; o para estudiar, ejercer una profesión u oficio. Otros huyen de conflictos, persecuciones, terrorismo o abuso contra sus derechos humanos. El número de migrantes en todo el mundo es mayor que nunca, la ONU estima unos 300 millones; el 4% de la humanidad ha dejado su hogar en busca de algo mejor. Después de India, México es la segunda nación que más expulsa migrantes. El factor principal es obtener un trabajo bien remunerado en un país rico, y se acentúa a medida que las diferencias de ingresos crecen entre regiones.

La globalización, las comunicaciones, la tecnología y los transportes actuales avivan este fenómeno; provocado por los problemas económicos y políticos, la inseguridad y desigualdad crecientes en los países pobres; pero recurrentemente, por las malas gestiones de sus propios gobiernos. Según el INEGI, para trabajadores temporales en Norteamérica, el número de visas agrícolas creció en el último lustro a una tasa del 15%, unas 300 mil más cada año; las no-agrícolas subieron un tercio; y para especialistas, la mitad. Pero las cifras globales las representan casi totalmente los indocumentados. Más de 12 millones de ilegales, la mitad nacidos en México; desde los años 60s, esta migración acumula cerca de 15 millones. La minoría más grande en Estados Unidos está conformada por unos 40 millones de residentes que nacieron en México o tienen ascendencia u origen mexicano.

Ahora, en los últimos años se han visto los niveles más altos de remesas jamás registradas en México, cerca de 60 mil millones de dólares anuales, equivalente a 1.2 billones de pesos. Una contribución cercana al 5% del PIB nacional, casi todo lo que produce el sector primario; esto es, todo el aprovechamiento de los recursos agrícolas, pecuarios, pesqueros y forestales en nuestro territorio. Para fortuna nuestra, y vergüenza nacional, en 11 entidades estas remesas significan más del 50% del total de los ingresos familiares y estatales; sin este sustento, la mitad de la población en esos estados languidecería, y para el resto se recrudecerían aún más las carencias y necesidades. Destacan Michoacán, Guanajuato y Zacatecas, con más del 70%; le siguen de cerca Jalisco, Chiapas, CDMX, Edomex, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz.

Pero también resulta significativa la población de trabajadores, con visado o ilegales en Norteamérica, de otros estados como el nuestro. Ya se cuentan por decenas de miles los tabasqueños que, desde Estados Unidos y Canadá, proveen y sostienen a sus padres, hijos o familias en suelo mexicano.

De agravarse las violentas políticas migratorias del Presidente Trump, nuestra endeble economía nacional y familiar, y la débil seguridad interna, recibirían otro golpe demoledor; el gobierno mexicano tendría que responder con acciones mas sólidas e inteligentes que solo repartir abrazos y tarjetas de 2 mil pesos. Después de una era transexenal de despilfarros billonarios en programas sociales y políticas de desarrollo poco certeras, urge una inversión descomunal y estratégica que recupere los sectores productivos, educativo y de salud, abandonados por décadas; generar más empleos y mejor remunerados, educar a más jóvenes con un mayor nivel operativo, técnico y profesional que les permita salir más rápido de la pobreza y alejarse del delito y el clandestinaje, elevar la cobertura y la calidad del sistema de salud y la seguridad social; con lo que la repatriación y retención de la fuerza y talento mexicanos fueran tan rentables y atractivos como para lograr un mejor nivel vida en tierra propia.

Exportar menos materia prima y más productos terminados, con un mercado interno dinámico y seguro que favorezca el ingreso y la movilidad social. Generar riqueza y crecer el doble o más, que el mezquino 1.5% avizorado para este año. Y entonces sí, figurar entre las primeras economías del mundo como lo idealiza el nuevo Plan México.

(drulin@datametrika.com/Investigador Titular, UJAT/Director General, Datametrika Co.)