Los necesarios No, más un poema-consigna
NO AL ODIO. Odiar es alimentar la carcoma que nos daña.
UNO DEBIERA ESCRIBIR sobre los sí. Los innumerables sí, que son tantos. Abundancia de lo que somos y hacemos. Solo que los sí no existirían sin los no. Y aún que se encumbra el prohibido prohibir, que vimos en paredes de París (en fotos) cuando aquel aire primaveral de las juventudes del 68, son necesarios los no. De entrada No a la pirotecnia. Que se sabe daña a las personas con Asperger, Down y otros, molesta a los ancianos y a los animales, más especialmente a los perros y gatos. Y te molesta a ti y a mí.
NO A LA INSENSATA GUERRA, liderada por insensatos. Los generales en oficinas. El general de los generales en las oficinas, palacios y palacetes, y los soldados de ambos bandos, jóvenes que se matan sin conocerse. Y por cierto no en condiciones iguales. Unos con poderosas armas, otros con menos poder. Pero al fin como orgías de muerte y sangre. Cuerpos destrozados. Ciudades destrozadas. Y todo por las industrias del mal. De la medicina (que haya enfermos); de las armas, (que haya guerras); de la construcción (que haya destrucción), etc.
NO A LA COMIDA CHATARRA, que no alimenta, que nada nutre, que aumenta el peso y los cánceres. La tienes por todas partes, en vistosas y atractivas bolsas. La meten por la publicidad y propaganda. Te hacen adicto. Gastas parte de tu salario. Y todo para que consumas esas florituras, frituras, que solamente inflan. Que produce empleos, pero a costa de la salud. Que son inversiones, pero a costa de la salud. Que pagan impuestos. Sí, pero a costa de la salud. Contra la vida misma. Y así no.
NO AL FANATISMO. Ese que hace creer que solo lo que se hace, dice, piensa, hace, es lo correcto y que todos los demás están equivocados. Y esto sucede en el deporte cuando se insulta a los contrarios, se le tira botellas con refresco a los jugadores del equipo contrario; sucede en la religión cuando se cree que la única es la propia y se dice que las demás son desviaciones que conducen al diablo (que además ni existe); sucede en la política cuando crees que la ideología es más importante que las ideas, y que la propaganda es verdad y hasta hay pleitos en las familias por uno u otro partido y amistades que terminan por estar en un bando o en otro (ni amistades eran).
NO AL ODIO. Odiar es alimentar la carcoma que nos daña. Es querer que se dañe el otro y el daño es para uno mismo, desde el momento mismo en que solo se piensa en la persona odiada como una fijación que quita hambre y sueño, hasta que poco a poco el cuerpo lo va resintiendo y se enferma como llamados e atención, para ver si así se recapacita y no. Porque no se relacionan las enfermedades con el odio, se cree que son cosas muy distintas. Y el odiado vive su vida tan normal, mientras que quien odia no descansa pensando y pensando en su sentimiento de odio.
NO AL MIEDO. No totalmente. Pero sí al miedo que inmoviliza. Ese que no te hace ser quien quieres ser. El que te detiene para no viajar. Para no escribir. Para no amar. El miedo de no arriesgar una buena jugada. El de no aprovechar una oportunidad. El miedo al qué dirán. Aunque las cosas no salgan bien. Pero es mejor saber que se intentó. A arrepentirse por no haberlo intentado. Y que le tiempo se haya ido como se va en el día a día. Y digo no totalmente, porque hay miedos que nos salvan, para no arriesgarse a lo tonto. El miedo que nos permite sobrevivir. El miedo que nos permite no ofrecer el pecho abierto a las balas o a la traición.
NO A LA MUERTE EN VIDA. La vida va en un sentido. No hay retorno. Todo lo que se vive es experiencia. Que sirve para el paso siguiente, no para otra vida, porque solo hay una. Se vive solamente una vez. Y una vez solo se ama, porque el amor es siempre, no se queda en una persona que se fue. El amor es generoso y es nuestro y e para dar, como el pan salido del horno, como el viento fresco en tiempo de calor. Como abrigo en el crudo invierno. Como la mirada en reciprocidad.
NO LA VIDA DE UNO en otros. Quien los hijos, la pareja, los amigos. Pero el uno mismo es el principio y desenlace de todo. Como ser piedra y tener cincel y martillo para modelarnos, con nuevos libros, nuevas amistades, nuevas frutas frescas y apetitosas por probar, nuevas imágenes, nuevos proyectos. Pero en uno y para uno. Lo demás viene por añadidura. No puede compartir quien nada tiene, si es vacío su alma y sus pensamientos.
NO A LA INACCIÓN. Esta te sujeta en un solo lugar. A unas mismas condiciones. A unas mismas circunstancias. Todo cambia porque todo permanece. Todo es movimiento y solo se percibe en lo fijo. El agua de pantano suele concentrar un olor a podrido a diferencia al agua corriente de rio que se precipita desde lo alto, pasando por poblados y caserías, dando tumbos entre las piedras, para liberarse de la inmundicia. Muévete, la inacción endurece tu mirada, tu pensamiento, tus músculos. Peor no tengas prisa. Las carreras de velocidad terminan pronto. La vida es una carrera lenta hacia la muerte. Y aún con suerte no te salvas. De la decrepitud te salva la muerte.
NO AL EGOÍSMO NI A LA ENVIDIA. Tienes lo propio. Y no son las cosas que acumulas. Ni la moda que te presentan como necesaria y urgente. Ten siempre presente que nadie quita a quien nada tiene, y nadie puede dar si está vacío. Lo que hayas bailado, lo que hayas gozado, lo que hayas leído, amado, viajado, nadie te lo quita. Y nadie puede vivir la vida por ti. Esta es intransferible. Pero además demasiado fugaz para perder el poco tiempo que en cualquier edad siempre es poco.
DE GLORIA FUENTES: Poema al No "No a la tristeza./ No al dolor./ No a la pereza./ No a la usura./ No a la envidia./ No a la incultura./ No a la violencia./ No a la injusticia./ No a la guerra./ Sí a la paz./ Sí a la alegría./ Sí a la amistad./ Sí al amor/. Sí al amor./ Sí al amor."