La oposición no ha entendido que México ya cambió
Qué paradoja. Hasta hace un par de semanas, la llamada marea rosa, opositores e intelectuales orgánicos, salían a las calles a "defender" la democracia y a gritar que el "INE no se toca".
Ayer iniciaron en todo el país los cómputos distritales de las elecciones federales y estatales sin ningún contratiempo. Comenzaron a la hora prevista y, hasta el momento, el recuento de los votos confirma el triunfo arrollador de Claudia Sheinbaum, en la Presidencia de la República, y de Javier May, en la gubernatura.
El conteo de los sufragios se puede consultar en tiempo real en la página del INE. Al corte de las 14 horas de ayer, es la misma diferencia porcentual entre Sheinbaum y Xóchitl Gálvez que arrojó el conteo rápido del domingo y el PREP: 59.80% para la virtual presidenta electa y 27.80% para la panista, quien en un principio reconoció su derrota, pero horas después anunció que impugnará el resultado.
Esto quiere decir que los votos se contaron bien y que no hay ninguna inconsistencia como alega la oposición que a esta hora no ha podido digerir su apabullante derrota; echa por tierra la falsa versión del fraude electoral que han pretendido vendernos como justificante ante su negativa de aceptar esa dura realidad.
Qué paradoja. Hasta hace un par de semanas, la llamada marea rosa, opositores e intelectuales orgánicos, salían a las calles a "defender" la democracia y a gritar que el "INE no se toca".
Después que el INE cantó el resultado que le dio un holgado triunfo a la doctora Claudia Sheinbaum, esos mismos que defendieron al organismo, son los que ahora descalifican y lanzan furibundos ataques a las autoridades electorales.
La víspera del arranque de los cómputos distritales, dirigentes opositores salieron a decir que se iba a revisar el 60 por ciento de las casillas instaladas para la elección presidencial, porque el INE había encontrado serias "inconsistencias" en las actas de escrutinio.
Esa versión fue inmediatamente desmentida por la consejera presidenta del INE, Guadalupe Tadei, quien aseveró que el escrutinio de ese porcentaje de casillas es porque la ley electoral así lo establece, no por inconsistencias.
Ni fraude electoral ni competencia desigual. La oposición no ha entendido que México ya cambió, que ya no funcionan las campañas negras ni los mensajes de odio; que su actitud clasista y racista recibió un fuerte rechazo en las urnas.