No dudes de la amistad
La amistad es ese lazo entre iguales
NO DUDES DE LA AMISTAD. Entre lo que queda, siendo el saldo precario en el sálvese quien pueda, es ella la sobreviviente admirable y muy humana. Porque no has dado tu brazo a torcer y confías en ella. Eres su propaganda y su motivo de aliento. Confía. La amistad es ese lazo entre iguales. Y sean, sí, pocos, porque no se podría atender a muchos. Si este fuera el caso con muchos quedarías mal.
PERO DIRÁS CON RAZÓN que hay quienes fallan a la amistad. No. No eran amigos. Nunca lo fueron. Sólo esperaban el momento para dar (no el zarpazo, porque los animales son nobles), sino el puñetazo. Has de tener experiencia en ello, porque nadie escapa. Solo que es valiosa también dicha experiencia porque nos permite valorar a quienes sí lo son de manera natural.
LA AMISTAD NO ES UN REGALO del cielo. Es parte de la inteligencia. Es un acontecer social de mucho afecto. Es contar con quienes vibran al mismo ritmo que tú. Con quienes puedes estar en silencio, y no pasa nada, porque la amistad trasciende la necesidad de las palabras. No se mal entienda que no precisa de las palabras, si estas son las que nos sustentan y animan, sino que la amistad junta asimismo los dos silencios de los amigos, y brilla el ambiente aún en la oscuridad recóndita. Recordemos que en el silencio se piensa y se calibra, se piensa y se hace balance personal. Y luego entre los amigos la charla continúa como si nada.
HE TENIDO "AMIGOS" que no lo fueron; "por angas o mangas" son lejanos. Y en mucho tiempo dejé de ver a amigos y amigas de la adolescencia, y ahora que las redes nos permiten viajar distancias sin movernos (que lo ideal es viajar moviéndonos) nos hemos localizado amigos y amigas de la secundaria, la preparatoria y la Normal. Y de pronto me saludan personas que creo no conozco por sus rasgos actuales, y nos identificamos, y reanudamos la charla como en aquellos años de nuestra juventud.
"TÚ CREES QUE TIENES muchos amigos, pero en este encargo te vas a dar cuenta que no, porque por la confianza se acercarán a pedirte que acerques a un hijo, que le des una beca a su nieto, que le des una plaza de intendente o secretaria para alguien, y al no poderlo hacer por respeto al mandato de Ley, dejarán de hablarte", me dijo mi jefe que me propuso a un encargo oficial. Y ciertamente así sucedió. Peor mi conclusión: no eran amigos.
SE RESIENTE CUANDO UN AMIGO se aleja, a veces por un mal entendido. ¿No era amigo?, seguro que no. La amistad es hermandad, familia no de sangre. Hasta celos sienten los hermanos cuando ven que te llevas mejor con el amigo que con ellos mismos. La amistad no traiciona, si sucede es que no eran amigos. Embozados estaban en la cercanía, y a la menor oportunidad tiraron al monte como la cabra, como el cochino salvaje.
LOS AMIGOS, AUNQUE COINCIDEN en mucho, no tienen los mismos gustos, ni las mismas metas. Los amigos no son siameses ni biológicos ni emocionales (perdonad el ejemplo de figura). Incluso se enfrentan cuando sus opiniones divergen. Pero se fijan más en lo que coinciden que en las contrariedades de opinión. Reconocen el error cuando lo cometen, aunque el amigo ya lo haya olvidado o al menos no esté pensando en eso.
NO DUDES DE LA AMISTAD. Es sentimiento puro y poético. No te detengas en las dificultades que a veces se presentan. En los vendavales que tratan de probar las raíces y las bases, que tiran puentes y hay que construirlos de nuevo. La amistad no busca las certezas. Es certeza ella misma. La amistad no da lecciones, porque es enseñanza ella misma. No da consuelo, porque lo es en sí misma. La amistad reprende con dulzura, cura con palabras, aconseja con sabiduría fraterna. La amistad guarda el secreto. La amistad se alegra con el triunfo del otro y acompaña en las derrotas. La amistad no sufre por uno, pero sabe que cuando le toque sufrir, tendrá compañía sin pedirla. La amistad es la risa compartida.
CUENTO: MARÍA CRISTINA era una compañera de trabajo que me dijo que la amistad no existe. Había diferencias normales entre el personal. Había inclusive problemas económicos. Y hablaba yo de la amistad. Y fue rotunda en su respuesta: "No Don Antonio, la amistad no existe". No creo que ella lea esto ahora, la vi en una Mañanera de Chetumal, creo, hace unos tres años. Hizo esta vez ante las cámaras nacionales una pregunta aguerrida. Pero esa vez, ya hace unos 30 años le respondí: "Yo sí creo en la amistad, aunque tengo muy pocos amigos. Y si tuviera uno solo, seguiría creyendo en la amistad. Y si ese amigo, por la razón que fuera dejara de serlo, seguiría creyendo en la amistad con la esperanza de volver a tener aunque sea uno, o una." Le saludo a María Cristina en la distancia. Y siempre mi reconocimiento.
LUGAR COMÚN ES CITAR al gran Borges: "Uno de mis mejores amigos se casó y se olvidó de decirme que se había casado. Porque como hablábamos de temas generales y era muy tímido también, le parecía que contar algo personal podía ser una impertinencia. Nunca nos hicimos confidencias. La amistad puede prescindir de la confidencia. El amor no. Si no hay una confidencia, yo lo siento como una traición". Y esta otra joya: "La amistad no necesita frecuencia, el amor sí, pero la amistad no". (Para mis amigas y amigos)