El cine en la educación popular

A los 14 años vi la película "Papillón", que es como una oda a la libertad...


MI PADRE ME LLEVABA AL CINE Popular que estaba como a 15 cuadras de la casa. Me llevaba de la mano, y antes de entrar compraba semillas de calabaza y un refresco para cada uno. Ocasionalmente palomitas. Allí veía yo en una vieja tela entre blanca y gris, que tenía dos o tres hoyos, las películas, generalmente mexicanas. "El Tunco Maclovio", fue una de ellas. "20 segundos para morir", otra. Y así muchas otras más. Los Almada y Julio Alemán, eran los protagonistas.

LUEGO YA DE ADOLESCENTE dejé de ir al cine principalmente por motivos económicos. Y me refugié en la lectura. Eran otro tipo de aventuras, además de gratuitas. Allí la imaginación nos daba las imágenes de lo que íbamos leyendo. A los 14 años vi la película "Papillón", que es como una oda  a la libertad. A eso de los veintitrés años miré la película "Reds" (1981), en un cine de Monterrey. Andaba yo por allá. Vi la cartelera. Y ya sabía yo de qué trataba: Pasajes de la vida del periodista norteamericano, John Reed, que escribió el libro "Los diez días que conmovieron al mundo", y que refiere sobre la agitada Rusia revolucionaria.

NO RECUERDO MÁS PELÍCULAS de esa etapa de mi vida. Luego en pláticas con amigos y amigas, me quedaba al margen cuando el tema era el cine y las películas. Así que un buen día me decidí a seleccionar algunas que por diversas razones tuvieran interés en los temas de los que me ocupo. Así fueran de superación, educación, temas de familia y romance. Amplio muy amplio es el menú de las películas viejas y nuevas que hay a nuestra disposición.

YO ADMIRO A LAS PERSONAS que recorren comunidades regalando proyecciones de películas. Las más de las veces son para diversión. Qué bueno. Solo que hay otras, las cuales junto con la diversión por lo bien hechas, también llevan mensajes con los que el espectador sale distinto después de verlas. Hace días lo comentaba con amigas: la persona que mira una obra de teatro, una película, ve una exposición, escucha música clásica, lee un libro de literatura, ya es distinto. Su caminar y mirada son distintos. Hay una transformación inmediata. 

MI SUEÑO ES QUE EN CADA centro escolar y en cada plaza pública hubiera un cinito, de la manera a como se pudiera. Quizá del más sencillo. Quizá con sillas. Quizá con blocks para sentarse. Y que fueran películas seleccionadas para el público, sin duda alguna. Sé de buena fuente que hay maestros que comparten este interés por proyectar películas. Son pocos, pero los hay, que consideran el cine como herramienta poderosa de enseñanza. Todo es posible, cuando hay voluntad. Y reitero, asimismo en las plazas públicas. Sería un buen proyecto.

AHORA TENGO TIEMPO para ver una o dos películas a la semana. Entonces me pongo a buscar sobre el amplio menú  que hay en youtube y siempre encuentro una para ver. Sea antigua, nueva, que me recomendaron, que me llama la atención el título, que ya vi y quiero volver a ver. Etc. Siempre me tienta escribir sobre lo que estoy viendo: ahora Rasputín, en serie rusa. Y hay una película polaca que se llama "El curandero".

CUANDO ESTUVE TRABAJANDO en la escuela siempre procuraba que hubiera una película a la semana en mi grupo. Todas ellas dentro de una programación vinculada con el Plan de Estudios, por supuesto. Si eran temas de las guerras mundiales, la uno o dos, buscaba una recomendación sobre ella. Si era en la semana de inclusión educativa, buscaba una precisamente sobre el tema. Recuerdo que en el 2019 vimos la película "Campeones", que ganó ese año el premio español Goya, y que trata de un entrenador de basquetbol, que como multa por manejar ebrio, le asignan entrenar a un grupo de basquetbol integrado por personas con discapacidades.

YA HE PLATICADO QUE la película "Papillon", estelarizada por Dustin Hoffman y Steve Mcqueen, trata sobre el conformismo de uno y de la búsqueda de la libertad por el otro. Son dos presos de por vida en una isla. Y la diferencia es quien ya está en el confort con la crianza de marranos y pollos y el otro que su sueño y acción es tratar de escaparse.

HAY UNA PELÍCULA que recién acabo de ver que se llama "Doce hombres sin piedad", y trata de un jurado, quienes de ellos once están seguros de la culpabilidad de un inocente, y solo uno está seguro de que es inocente la persona juzgada. Y la película se desarrolla en el debate que tienen antes de emitir el veredicto.

PERO DECÍA YO de la importancia del cine en la educación popular: Sea en las escuelas o parques. Lamentablemente centramos la palabra educación en la escuela, siendo que es apenas una pequeña parte, y le echamos toda la responsablidad de la formación de los nuevos ciudadanos. Y creo firmemente que mueve la dinámica en los centros educativos, la proyección de películas que vinculadas con el programa de estudios, muestren otra manera de enseñar y aprender. Cierto, no es el descubrimiento del hilo tibio ni del agua negra. Pero hay que insistir.


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