Trastornos del comportamiento en niños
Los trastornos de comportamiento en niños se manifiestan a través de conductas desafiantes que afectan su rendimiento escolar y relaciones.
Los trastornos de comportamiento se encuentran entre los más fáciles de identificar entre los menores pues involucran conductas que se detectan fácilmente como rabietas, agresión física como atacar a otros niños, discusiones excesivas, robar y otras formas de desafío y resistencia a la autoridad. Estos trastornos, que incluyen trastorno oposicionista desafiante (TOD) y trastornos de conducta (TC), con frecuencia atraen primero la atención cuando interfieren con el rendimiento escolar o con las relaciones familiares y con sus compañeros y frecuentemente se intensifican con el tiempo.
Las conductas típicas del trastorno de comportamiento pueden parecerse al trastorno de hiperactividad y déficit de atención (TDAH), particularmente cuando involucran impulsividad e hiperactividad, pero TDAH, TOD y TC se consideran condiciones separadas que pueden ocurrir de manera independiente. Casi un tercio de los niños con TDAH tienen TOD coexistente y hasta un cuarto tiene TC coexistente. Los niños con ambas condiciones tienden a tener vidas más complicadas que los que tienen sólo TDAH pues su comportamiento desafiante provoca muchos conflictos con los adultos y con los demás con quienes interactúan. Sin embargo, la identificación y el tratamiento tempranos aumentan las probabilidades de que su niño aprenda a controlar estos comportamientos.
Los niños con TDAH y trastornos de comportamiento agresivo con frecuencia se benefician de técnicas especiales que se pueden implementar en el hogar y en la escuela. Estas estrategias usualmente incluyen métodos para enseñar al niño a estar más consciente de sus propias señales de ira y utilizar estas señales como indicadores para iniciar varias estrategias para manejarla (“respirar profundo cinco veces y pensar las tres mejores opciones para responder antes de atacar a la maestra”) y proporcionarse refuerzo positivo (decirse, “¡buen trabajo, entendiste la señal y usaste tus estrategias!”) para tener un auto control exitoso. Mientras tanto, usted y los maestros de su niño pueden aprender a manejar mejor su comportamiento tipo TOD o TC, mediante negociaciones, compromisos, solución de problemas con su niño, anticipar y evitar situaciones posiblemente explosivas y priorizar objetivos de manera que los problemas menos importantes se ignoren mientras los asuntos más apremiantes se resuelvan con éxito.
Existe cada vez más evidencia de que los mismos medicamentos que mejoran los síntomas principales de TDAH también pueden ayudar con TOD y TC coexistentes. Se ha demostrado que el manejo farmacológico adecuado, ayuda a disminuir la agresión verbal y física, interacciones negativas, el robo y el vandalismo. Del mismo modo, y de la mano con un especialista en salud mental infantil, el tratamiento farmacológico y la terapia de conducta son fundamentales en casos de alta disfunción. (Psiquiatra/Paidopsiquiatra)