Ni de broma

Según mi hijo Diego, la diferencia en el humor entre la izquierda y la derecha mexicana no es cuestión menor.

Mi hijo Diego dice que una de las diferencias relevantes existentes entre la izquierda y la derecha mexicanas radica en el sentido del humor que manifiesta cada una, argumentando que la segunda presenta en términos generales alguna de las dos siguientes características: o carece de sentido del humor o manifiesta uno desde las alturas, viendo a la gente de arriba hacia abajo, y en el cual el odio, la misoginia, el machismo, la homofobia o el anticomunismo, afloran en cada una de sus palabras.

          Esta acepción se vio confirmada durante el desarrollo del pasado proceso electoral en donde, por un lado, los representantes de la derecha simplemente hablaban con palabras de odio y menosprecio hacia sus opositores, o, por otro, decían chistes que en términos estrictos no tenían nada de chistosos, es decir, de su boca salían chistes sin chiste, sin importar que quienes los expresan fuesen intelectuales, académicos, periodistas, lectores de noticias, comunicadores, opinólogos, payasos, políticos, candidatos o cómicos. Y sin importar tampoco el género de quien los decía y sigue diciendo, como la desafortunada expresión del comediante Rafael Inclán sobre Claudia Sheinbaum, palabras que a decir verdad no vale la pena repetir.

          El también actor, integrante de unas de las familias más representativas del cine nacional tanto de la época de oro, con don Miguel Inclán a la cabeza, o del llamado cine de ficheras, con el mismo Rafael al frente junto a sus primos Alfonso Zayas y Raúl Padilla mejor conocido como "Chóforo", le dio salida a algo de lo que aún le queda de los diálogos que expresaba en películas como "Bellas de noche", "Las ficheras", "Noches de cabaret", "El alburero", "Las cariñosas", "El macho biónico", "La pulquería" "Chile picante", "Emanuelo", "Fuera ropa", "Las paradas de las mujeres" o "Macho que ladra no muerde", por nombrar algunas de ellas, y en los cuales sobresalían expresiones denigrantes y cosificantes de las mujeres o de integrantes de la comunidad LGBTQ+, y todo bajo la égida del albur sexual y la risa fácil, como la que le salió al terminar sus nada atinadas palabras, mismas que la mayoría de las mexicanas y de los mexicanos reprobaron, pero a las que algún personaje de la farándula apoyó como el comediante Carlos Eduardo Rico, o a las que alguna mujer también del espectáculo como Liliana Arriaga conocida como "La chupitos" justificó argumentando que pudieron haber sido dichas de broma, a lo que simplemente hay que decir que expresiones como estas no deben ser dichas ni como broma.

          En Estados Unidos hace unos años llevaron a cabo una investigación sobre los chistes y la risa, identificando aspectos interesantes como que la mayoría de los chistes más entretenidos en inglés son de ciento tres palabras, que muchos tienen como protagonistas a animales, que la hora más divertida del día son las seis de la tarde con tres minutos, y que el día quince de cada mes es el más ameno. El proyecto también permitió distinguir que el gusto por los chistes varía según el género y la nacionalidad. En materia de género, la investigación dio como resultado que los hombres, a diferencia de las mujeres, prefieren los que en su contenido tienen un dejo despectivo hacia los seres humanos, y dieron el ejemplo más celebrado: "Un agente de policía para a un hombre que va por la autopista. El agente le pregunta: ¿Sabe que su mujer y su hijo se han caído del coche hace un kilómetro? El hombre sonríe y exclama: ¡Gracias a Dios! ¡Pensaba que ya me estaba quedando sordo!"

          También la investigación dio cuenta de que los chistes estadounidenses incluyen insultos y posibles amenazas. Así, uno muy celebrado es un diálogo entre un texano y un egresado de la Universidad de Harvard: "Texano: ¿De dónde eres? Profesionista: De un lugar donde no terminamos las frases con una preposición. Texano: Muy bien, ¿de dónde eres, idiota?"

          Esta investigación fue en Estados Unidos, lo que hace afirmar que estaría muy bien realizar una similar en México, aunque hay que advertir que lamentablemente se corre el riesgo de que el resultado sea un reflejo de lo que dijo el comediante en su afán de tratar de ser chistoso de tiempo completo. Intención fallida y condenable.

*Escritor. cadenacardenasjavier@gmail.com.