Día del hombre

Memes y más memes estuve viendo ayer sobre la celebración del Día Internacional del Hombre. En general coinciden en la mofa del individuo en soledad, cantándose el mismo las mañanitas, abrazándose él mismo, y partiendo su pastel tomándose una selfie para que quede testimonio de celebrarlo en la soledad más solitaria. Ah, y él mismo empujándose la cabeza en el autogrito de "¡mordida!, ¡mordida!", y en la toma de foto programada automática quede la imagen embarrado de pastel, como en toda buena celebración.

ME DICEN, ME ASEGURAN, me afirman, me informan, que ayer fue el Día mundial del hombre (19 de noviembre). Vamos por partes, ¿quién lo acordó o con quién? no me parece mal, aunque tampoco necesario. O en todo caso me es indiferente. O no tanto, por eso escribo sobre ello. Rimbombante, "Día del hombre". Ese importante y trascendental día fue instituido en Trinidad y Tobago en 1999 por Jerome Teelucksingh, de la Universidad de la Indias Occidentales. Coincidía además que ese día cumplía años su buen y bendito padre.

YO NO SABÍA que había un Día especial para el hombre. Ahora lo sé y agradezco las tantas felicitaciones que he recibido. Las tomo como un llamado de atención, en el buen sentido de la palabra, para reincidir en lo bueno que pudiera haber en mi forma de ser, y corregir lo que en mi conciencia debo corregir. Mientras tanto me compré un pastelito y lo compartí.

LOS OBJETIVOS SON BUENOS, como todos los buenos objetivos: entre ellos, palabras más, menos, resaltar la conducta de los hombres  con valores y de trabajo, como modelos a reconocer y a seguir por la sociedad y que inspiren a las nuevas generaciones de hombres a comportarse de esa manera. Y a los padres y madres a educar a sus hijos tanto varones como mujeres con sentido de solidaridad, empatía y colaboración.

REALMENTE NO HAY COMPARACIÓN al del Día internacional de la mujer, y no me refiero a los eventos sino en las razones de conmemoración (que no de celebración); que en las mujeres es para recordar a las valerosas féminas infatigables y lúcidas, quienes en diversas épocas históricas han luchado por mejores condiciones sociales, tanto en el trabajo como en el interior de sus familias. Salario igual a igual trabajo, independientemente de la biología genética. Mucho por reflexionar sobre estos días. Y la mejor manera es comprendiendo que todos somos personas necesarias en la construcción de la armonía, vocablo casi utópico, pero necesario trabajar en ello en cada acto, por pequeño que sea, o aunque nadie nos vea.

YO ME PREGUNTÉ COMO a los 14 años. ¿Qué es el hombre como tal? No en la biología genética que define, sino en el ser como tal dentro de la sociedad. Y me encontré por allí algunas definiciones, no recuerdo de quiénes, pero referían en específico al verdadero hombre -no al pusilánime y mediocre del que escribió José Ingenieros- como ser que lucha por un destino mejor, al que avanza sin dudarlo, como partícipe reflexivo que esa es su misión, el de ser mejor y dejar un mundo mejor para las nuevas generaciones, el que cuida, no solo a los suyos, que eso sería egoísmo, sino que cuida de todos los más posible. Ese sería el Ser hombre genérico de la especie humana.

CADA QUIEN TENEMOS referencias de hombres buenos, malos, mediocres, malvados, aprovechados, ambiciosos, conformistas, valientes, cobardes, colaboradores, egoístas, narcisos, uno que otro ladrón, responsables, solidarios. Como en botica. Y a cada quien nos ha tocado en destino algunas de esas relaciones, sea en el ambiente laboral, familiar o de vecinos. No hay necesidad de poner ejemplos. La idea es reflexionar en autocrítica sobre lo que hacemos y lo que debemos hacer. Y cómo debemos comportarnos.

SÍ, PENSEMOS EN LAS MUJERES y hombres que nos han formado,  sea en casa, escuela o barrio, o en la oficina, con los compañeros y compañeras que nos han tocado. Si bien es cierto que hubo de todo, como en botica, y los sigue habiendo, hay que recordar y reconocer de manera permanente, a quienes nos han formado para bien. Nuestro reconocimiento. La mejor manera de honrarlos es tratar de imitarlos. No fueron ni son perfectos, sí perfectibles. Nosotros somos igualmente perfectibles, para eso requerimos la autocrítica en conciencia. 

HABLAR DEL DÍA INTERNACIONAL del hombre, no hay mucho que decir. Solo que los hechos hablen más que las palabras. Y así no solo los héroes que nos dieron Patria, sino el hombre sencillo, el trabajador de la mina, el jardín y la obra. El hombre maestro rural que siembra ideas de futuro. El pescador y el campesino. El hombre amoroso de mirada límpida y alegre. El de buen corazón.