La ficha de García Luna: situación confusa, interrogantes, trayectoria y hoyos negros
EL JUICIO a Genaro García Luna en Estados Unidos atrae miradas y preguntas, también desata especulaciones
La ficha de García Luna: situación confusa,
interrogantes, trayectoria y hoyos negros
*Una historia en las sombras; un escándalo público, una cortina
*México-EEUU: responsabilidad compartida e incompetencia
*Demasiados intereses transitan bajo el puente de la justicia
EL JUICIO a Genaro García Luna en Estados Unidos atrae miradas y preguntas, también desata especulaciones. Ahí se cuecen energías políticas y económicas que chocan sin remedio y que alterarán de forma radical la visión de la justicia impartida en México durante el siglo XXI. En 2001 José Sarukhán, ex rector de la UNAM y flamante embajador foxista de México en EEUU, habló de “la era de la responsabilidad compartida”, a propósito del nombramiento de García Luna como titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI). Visto lo visto, más bien fue ‘el estreno de la incompetencia repartida’. Ambos gobiernos participaron del ascenso de García Luna.
Esta semana, el ex líder de las juventudes comunistas y actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez Álvarez, expuso desde Palacio Nacional el entramado de lo que considera una red de corrupción con graves impactos en el erario y la seguridad pública.
No es grata, para una sociedad, la presunción de que los principales agentes del orden mantienen relaciones de complicidad con los agentes del crimen. Un dato de la UIF sobre García Luna: le detectaron cuentas trianguladas por más de 700 millones de dólares. Es verosímil el lado oscuro de esa fortuna, nada burocrática.
Mucho menos grato, por trágico, es saber que formalmente existe un proceso jurídico que pasará a revisión –en otro país, no en el nuestro- la actuación del principal protagonista –de estrategias, políticas y fotos de relumbrón- que venía a darle un giro estructural y científico a las acciones de los cuerpos policiales.
El juicio a García Luna en EEUU es derrota social para un sistema político que se pudrió por dentro y que intentó minimizar el problema de la inseguridad. A lo largo del territorio nacional, se espera un cambio significativo en el rubro de seguridad. La acción de la Fiscalía General de la República no ha sido suficiente, ni los “abrazos, no balazos”. Miles de personas –por desesperación y falta de opciones- engrosan a las filas del crimen organizado. Otra derrota social, más honda, porque contamina desde abajo.
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UN COMUNICADO de la Fiscalía General de la República (FGR, 28/01/2023) complica el laberinto de García Luna: “hay dos órdenes de aprehensión en contra del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, emitidas por jueces mexicanos, por delitos que no tienen relación con el proceso penal que se le sigue en los Estados Unidos”. Es la primera acción de la justicia nacional contra el hombre calificado como súper policía en USA y años después ubicado como criminal de alta peligrosidad.
De las dos órdenes de aprehensión, la primera es por su participación en el caso de la introducción ilegal de armamento en el operativo ‘Rápido y Furioso’ (2009-2011). “En este asunto, las armas que las autoridades mexicanas, en su momento, permitieron entrar ilegalmente, han causado un gran número de muertos y daños irreparables a la justicia”, enfatiza la FGR.
La segunda orden de aprehensión se relaciona con la privatización de penales federales: “la participación de dicha persona fue fundamental para generar un daño patrimonial inmenso y una serie de responsabilidades penales al respecto”, sintetiza la FGR. Las preguntas se acumularán en la opinión pública. Será otro caso delicado para el Fiscal Alejandro Gertz Manero, que llega tarde a la búsqueda y captura de García Luna. México debe esperar para juzgar, y quizás ya no pueda hacerlo: hay mano en el norte. Casi tres años demoró el juicio en EEUU, que tiene como espectadores ansiosos a los empleadores mayores de García Luna: los expresidentes Felipe Calderón (con residencia en España) y Vicente Fox, siempre activo en twitter, pero lógicamente silencioso, de cara al juicio de García Luna.
Hay otros silencios que hablan de “la justicia en tiempos del montaje”: Carlos Loret de Mola anunció en el portal de Latinus que por el momento reposará de sus intervenciones periodísticas. Israel Vallarta, a diferencia de la francesa Florence Cassez, lleva 17 años preso sin sentencia, como presunto líder de una banda de secuestradores. Una noticia como montaje (2005).
FICHA CON RASPONES
Lo primero que llama la atención en el currículum de Genaro García Luna es su título de ingeniero mecánico por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM, 1994). Con todo respeto para una profesión prestigiada en México, no se entiende cómo se llega desde la ingeniería mecánica hasta labores de inteligencia y seguridad. Es el clásico misterio burocrático del todólogo. Tiene un diplomado en formación estratégica (2004), aunque es de la facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, así que el perfil académico no cuadra. Eso sí: en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) estudió Formación y Especialización en Seguridad Pública, lo que no habla muy bien de ese centro que tuvo entre sus instructores a Jesús Gutiérrez Rebollo, militar conocido como el zar antidrogas en el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000) y condenado a 40 años de prisión por narcotráfico, corrupción y delincuencia organizada. Esto es apenas la punta del iceberg de una historia con intereses sexenales. (vmsamano@hotmail.com.)