Escala Crítica
Lo que se juega en el 2024, más que votos; aunque para algunos es sólo el poder
*Hace 84 años el cardenismo no pudo lograr la continuidad
*AMLO: ante los desplazados del poder y los insatisfechos
*Contra la delincuencia políticamente institucionalizada
ESCRIBIÓ Lorenzo Meyer: "la elección por venir tiene ya un sello histórico pues de ella depende si es posible o no acabar de dar forma a un nuevo régimen". El historiador de El Colegio de México y destacado analista de la coyuntura política, si bien puede ser colocado entre los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y lo que genéricamente conocemos como "izquierda" o "progresismo", es también un agudo observador del proceso nacional, y lo revisa desde la perspectiva de nuestro pasado. Un tema que ha estudiado a profundidad.
Así, señala en su texto "Lo que estará en juego" (El Universal 28/01/2024): "Si Morena consiguiera en las urnas este año un mandato similar o superior al que obtuvo en 2018 estaría en posibilidad de lograr lo que hace 84 años el cardenismo no pudo: continuidad y con ello la posibilidad de consolidar un cambio hacia la izquierda".
LOS ABUSOS Y COSTUMBRES
PERO TAMBIÉN advierte que si bien el propósito final de López Obrador no fue la toma del mando del aparato de gobierno, sino modificar la naturaleza del sistema político, reconoce que AMLO y Morena (yo diría que sólo AMLO, porque Morena es algo muy heterogéneo, contradictorio), "ha debido enfrentar no solo a los desplazados del mando sino también a quienes inicialmente lo apoyaron, pero quedaron resentidos al no haber recibido lo que creían merecer y a una multitud que con razón o incluso sin ella se consideran afectados o amenazados por el cambio".
La cuestión, lo que está en juego este 2024, es mucho muy compleja. Ya lo estamos viendo ahora que por un lado en esta temporada electoral (convertida no pocas veces en electorera) Morena acepta en sus filas a quienes evidentemente sólo buscan una candidatura o estar en la lista de los posibles beneficiados por el reparto burocrático, y por otro alarga los tiempos de sus definiciones en las candidaturas ante la evidente (y hasta declarada) intención de los opositores de López Obrador de "cosechar" liderazgos inconformes.
¿Logrará el obradorismo la continuidad para perseverar en un cambio de régimen? ¿Conseguirán sus adversarios –dentro y fuera de Morena- hacer realidad aquello de "cambiar para que todo siga igual"?
Lo que hay de fondo, fue expresado en distintos tonos por Jesús Reyes Heroles y Enrique González Pedrero: es el desafío de la cultura política, la cultura ciudadana, que necesariamente pasa por los partidos; sobre todo por los partidos hechos gobierno. Aquellos (malos) usos y costumbres que se sintetizan en la consigna de que "quien no transa, no avanza"; una consigna que empodera los vicios y aplasta las virtudes.
UN PROCESO SUBTERRÁNEO
Hemos comentado aquí sobre el inusual operativo ordenado por el presidente López Obrador para restablecer la seguridad pública en Tabasco luego de que a finales de diciembre de 2023 quedó en evidencia lo que era un secreto a voces: la presencia de las bandas delictivas (comunes y organizadas). La respuesta fue el despliegue de más de 2 mil 500 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional, así como contingentes de la Marina. Desde el 5 de enero se aplica un rastreo de baja intensidad y fuera de los reflectores.
Un problema al que tarde o temprano se enfrenta el poder público si crece la influencia de las operaciones ilícitas es la emergencia de una delincuencia institucionalizada. Cité en otra colaboración el caso de Guatemala y al que debieron enfrentar con jueces extranacionales, porque los locales estaban impedidos o anulados.
Comparto con los pacientes lectores un fragmento de lo publicado en la Revista Consciencia (Renato Kres y Gustavo Barreto) con el título "Para vencer a la delincuencia política institucionalizada", a propósito de la realidad brasileña pero en la que encontraremos muchos parecidos que no son mera coincidencia:
"La vida no es propiedad de delincuentes institucionalizados. La vida es un don divino. Y cabe a la ciudadanía en pleno, en su diversidad, en su multiplicidad de experiencias creativas, hacer valer el derecho inalienable a la vida.
"La pandemia ha puesto al desnudo la esencia del sistema capitalista. Cada persona es llamada a escuchar en su corazón su propia voz, y a ejercer el deber de actuar de acuerdo con su conciencia. Si el sistema político actualmente implantado en Brasil ataca frontalmente el derecho a la vida, es imperioso que cada persona obedezca a su voz interior. Este país tiene tradiciones. Tenemos valores que nos hermanan con los países africanos, latinoamericanos y europeos.
"Hemos resurgido de las cenizas. Supimos ponernos de pie e ir en pós de nuestros derechos, cada vez que las oligarquías y el imperialismo quisieron doblegarnos. La memoria reciente nos enseña que las armas con que podemos vencer al enemigo son: memoria, identidad, conciencia, historia. Esto es: educación, cultura, arte. (Redação, em 18 de maio de 2020.
¿Cómo podemos construir una alternativa? Nos dicen los autores: con memoria, identidad, conciencia e historia.
AL MARGEN
La verdadera batalla, y eso lo decían desde los griegos y romanos, es la cultural. (vmsamano@hotmail.com)