Agenda Ciudadana
28/02/2025
El Poder en Disputa
La lucha por el poder tendría que presentarse en algún momento. Era inevitable. El triunfo de Trump en noviembre resultó disfuncional para la presidenta porque hubo de precipitar resultados de la política de seguridad suscitando, así, la disputa antes de lo que probablemente había calculado.
Ante las repetidas amenazas de Trump de declarar terroristas a los cárteles mexicanos, García Harfuch capturó a miembros del crimen organizado en cifras que ya superaron a las alcanzadas en todo el sexenio lopezobradorista, incautó fuertes cantidades de drogas y desmanteló laboratorios de fentanilo de una manera que no sólo evidenció la vista gorda con la que se conducían las fuerzas del orden anteriormente, sino dañó también considerablemente las finanzas de los grupos criminales. Si bien la presidenta tenía claro que no reproduciría la política de seguridad de su antecesor, calculaba ir asestando golpes graduales al tiempo que tratando de fortalecer su liderazgo para conseguir, en algún momento, romper el cordón umbilical. Aclaro: no es que pretenda desechar el modelo de López Obrador; pero nadie se hace del poder —especialmente el mega poder que ahora concentra la presidencia— para compartirlo y ostentarlo acatando órdenes. La presidenta desea todo el poder para ella. Sería extraño que no tuviera ese impulso.
Sin duda, la transformación de los abrazos en ya múltiples balazos y —por más que condenen y abominen la guerra calderonista— en la iniciación de un nuevo episodio bélico en contra del crimen organizado causó molestias serias en ¿Palenque? ¿Cuba? porque el contubernio —evidencias del cual surgen casi a diario— reportaban jugosos beneficios y soporte electoral de alta relevancia.
Así, lo que empezó con demostraciones simbólicas de posesión del poder —el hijo entregando credenciales de afiliación a Morena a figuras importantes del gobierno, especial y ostensiblemente Rubén Rocha, el cuestionado gobernador sinaloense, de quien se decía que en Palacio se fraguaba su cese —adquirió ya otra dimensión: el disenso en las cámaras. Pronunciamientos a favor de la soberanía, incluidas reformas constitucionales, inflaman a seguidores, pero en el póker del poder no tienen mucho efecto. Si se le va a permitir a Trump atacar, de la forma que prefiera, a instalaciones y miembros del crimen organizado, es preciso que le quede claro a la presidenta que no es ella quien controla los hilos. Así, mientras las propuestas legislativas de López Obrador eran aprobadas —la mayoría de las veces sin haber sido consultadas siquiera—, ahora los proyectos de la presidenta son detenidos, revisados y enmendados. Así sucedió con la ley Infonavit. Así ocurrió, ahora, con su proyecto anti nepotista.
Ciertamente, son varias familias morenistas las que podrían haber resultado perjudicadas si la ley hubiese entrado en vigor en la elección intermedia, tal como lo propuso la presidenta. La posposición de la fecha de ejecución abre la puerta a quienes, en ese grupo, han estado planeando y preparando remplazos consanguíneos. "Hay toro" escribió en redes sociales Félix Salgado Macedonio, en referencia al apodo de "Torita" de su hija, pero tal vez dando a entender que "hay tiro". No obstante, la enmienda tiene implicaciones más allá de los intereses familiares. El poder legislativo podrá tomar camino propio y distanciarse, aun así sea parcialmente, de la presidenta. El movimiento simbólico previo adquiere así una nueva dimensión. Andy no solamente se hizo visible para transmitir abiertamente la posición paterna sino para advertir: las redes y los medios se inundaron de los selfies de personalidades políticas y militantes sonriendo con el heredero. El padre no podrá estar ya presente, pero su influencia permanece. "Lo seguimos queriendo mucho".
Tan es así, que la presidenta saludó el cambio, pero Luisa María, cabeza del movimiento oficial, prometió que en este año el partido se alineará con los deseos no-nepotistas de la presidenta y no postulará candidatos a alcaldes en las elecciones de este año a parientes de quienes ya ejercen los cargos. Promoverá además, dijo, modificaciones a los estatutos de la organización para dar gusto a Sheinbaum también en las elecciones intermedias.
Luisa María ¿se alinea con la presidenta a solicitud de ella? ¿Cuál podrá ser la reacción de su secretario de organización, léase Andy López Beltrán? ¿O recibió línea desde lejos? ¿Si así fuere, Adán Augusto marcha ya por la libre?
El escenario parece complicarse en momentos que no son muy idóneos para las fracturas dentro del partido hegemónica. El contexto no es sencillo. Las decisiones que pronto habrá de tomar Trump sobre el futuro de los cárteles y sobre las relaciones económicas incrementarán la presión en Palacio y la lucha por el poder podría alcanzar niveles insospechados.
Habrá que seguir los hechos de los próximos días con mucha atención.
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