El petróleo, la especulación informativa y la guerra por los mercados, el otro virus

El desafío de Pemex para compensar: mejorar la extracción

“SE DESPLOMA el petróleo mexicano”, fue más o menos con sus variantes el titular de varios informativos (periódicos y medios electrónicos) para dar cuenta del drástico derrumbe de la cotización del crudo a nivel internacional que llevó el precio a 18 dólares el barril y luego a 14 dólares. Algunos más puntuales advirtieron que se trataba de una baja generalizada del crudo y no sólo del “mexicano”.

El detalle no es menor, porque ofrecía una lectura sesgada: hacer creer que estábamos ante el resultado de una mala gestión en Pemex. En el contexto, si bien resulta preocupante, tiene sus matices.

Tanto el presidente López Obrador como el director de la petrolera nacional, Octavio Romero, enfatizaron que Pemex había detenido el desplome de los volúmenes de extracción e iniciado la recuperación para llegar actualmente a un millón 790 mil barriles diarios. Confiaron en que esta tendencia se mantendrá para lograr el objetivo de lograr 2.6 millones de barriles diario en 2024. Se antoja difícil, pero no imposible. 

Frente a la reducción del precio (un factor fuera del control de Pemex y que se espera sea temporal), mejorar los volúmenes de extracción resulta crucial. Lo mismo que disminuir los costos en el proceso de obtención y administración de este recurso. Recordemos que el gobierno de AMLO colocó al petróleo como una de las palancas de su Proyecto de Nación y como clave para transformar al país.

A EXPENSAS DE LOS MERCADOS

MÉXICO ha sido impactado por diversas crisis en el mercado del petróleo. Ha sucedido también en otras áreas, y se sabe muy bien en Tabasco cuando la dependencia de la monoproducción nos hizo vulnerables a la especulación en áreas clave (cacao, copra, ganado, plátano, etcétera).

En el caso del crudo, así sucedió sobre todo a partir de que los países árabes utilizaron este recurso como arma política y comercial. En algunas oportunidades, como en 1973, cuando los países petroleros recortaron su producción para elevar el precio del crudo y golpear a naciones desarrolladas, como Estados Unidos, México salió beneficiado. Se elevó el precio.

A finales de los años setenta, el precio del crudo ya se situaba alrededor 80 dólares por barril a precios actuales. La guerra Irán-Irak llevó la cotización hasta diez veces más caro que a principios de esa década.

En 1985, aunque el precio del crudo comenzó a caer por el descubrimiento y explotación de nuevos yacimientos y el exceso de suministro por parte de la OPEP, México mantuvo cierto auge por los volúmenes de extracción que logró. Fue un tiempo de bonanza. Tabasco llegó a aportar casi un millón de barriles de petróleo al día.

La primera guerra del Golfo llevó los precios otra vez hacia arriba. La invasión de Irak a Kuwait, en 1990, detuvo parte de la exportación. Sufrieron las naciones europeas y Estados Unidos. Este último país comenzó a incrementar sus reservas estratégicas y la aplicación de la extracción petrolera en base a perforación de las rocas (fracking). Los costos de extracción de este tipo se ubican actualmente en 50 dólares y es ahí donde Rusia y Arabia Saudita buscan golpear a los norteamericanos haciendo incosteables los yacimientos no convencionales.

AUGE QUE PASÓ DE LARGO

EN ESTE SIGLO hemos visto diversas fluctuaciones. Para México, los primeros diez años fueron de relativa bonanza tanto por los precios como por los volúmenes de extracción. Llegó a cotizarse en 2008 a un precio máximo superior a los 131 dólares por barril. Se mantuvo arriba de los 100 dólares hasta septiembre de 2014, cuando entró en un tobogán descendente, cayendo por debajo de los 30 dólares en enero de 2016. Llegó hasta poco más de 26 dólares el barril en ese año. Coincidió con la llamada reforma energética de Enrique Peña.

Una ligera recuperación colocó el petróleo en 52 dólares por barril de 2017 y en casi 70 dólares en 2018. Al siguiente año vuelve a comenzar su caída que este 2020 se vuelve abrupta por la guerra del mercado que sostienen Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita, así como por la menor demanda de China.

Como se ha insistido, la declinación de Cantarell, el abandono de la exploración y explotación de nuevos pozos, nos llevó a la situación en la que retoma el control de la industria el nuevo gobierno que ya lleva año y medio.

En 2010 se dijo que al ritmo que iba la declinación de la extracción, México podría convertirse en importador de hidrocarburos a partir de 2020  (Agencia de Información de Energía de Estados Unidos).  En el intento de privatizar el sector se fue abandonando la exploración en tanto que la perforación se convirtió en un pozo sin fondo, con un costoso e improductivo contratismo. Uno de tantos frentes que debe atender el equipo encabezado por Romero Oropeza, pero insisto: no es el precio del crudo mexicano en que cae, sino el precio internacional. ¿Habrá tiempo para lograr las metas propuestas por AMLO? Los encargados aseguran que sí, aunque hay que remar contra factores internos y externos.

AL MARGEN

EL 28 DE FEBRERO se confirmó el primer caso de coronavirus en México. Ese mismo día hubo dos casos más. Transcurridos 19 días fue reportado el primer caso en Tabasco y ayer se reconoció uno más. Al cierre de esta columna la Secretaría de Salud (Ssa, federal) había confirmado 118 positivos del Covid-19 en el país, en 26 de las 32 entidades federativas. Aunque había posibles contagios en estudio, no tenían reporte de la enfermedad  Baja California Sur, Campeche, Hidalgo, Michoacán, Nayarit y Zacatecas.

Muchas lecciones son las que deja ya esta pandemia. Dos conductas en principio se ponen a prueba: la responsabilidad de las personas y de las autoridades, y la solidaridad. (vmsamano@hotmail.com)