Cuaderno de notas
Sobre la literatura tabasqueña
Es raro que asista a los foros de consulta ciudadana. Sin embargo, creí pertinente participar en la mesa "Producción literaria y Fomento a la lectura", que organizó la Secretaría de Cultura para el Foro de Consulta Popular que integra el Plan Estatal de Desarrollo 2024-2030, celebrado en el municipio de Cunduacán.
Después de escuchar al maestro Didier García Avendaño, lector y mediador, sobre la importancia de reimprimir obras de autores locales en aras de difundirlas entre las nuevas generaciones, leí unas líneas —en octubre pasado— que comparto a continuación:
Las generaciones lectoras del siglo XXI desconocen la tradición literaria tabasqueña, quizá —en parte— porque las obras imprescindibles de los siglos XIX y XX no están al alcance y porque muchas de ellas necesitan de una reedición (con prólogos que contextualicen la importancia del autor y obra), y porque otras más —no lo dudo— deben volverse a publicar acompañadas de estudios críticos, como sucedió con las obras completas de Manuel Sánchez Mármol (UJAT, 2011), y cuya compilación, prefacio, introducción y notas, estuvieron a cargo del investigador Manuel Sol T.
Con base en mis estudios sobre la novela colombiana de los siglos XIX y XX, surgió la duda sobre la ruta que ha seguido la novela tabasqueña también en ambos periodos o siglos. Había leído Antón Pérez, de Sánchez Mármol, y fragmentos de Perico, de Arcadio Zentella, precisamente dos autores originarios de Cunduacán. Pero desconocía la existencia de otros escritores de la literatura decimonónica y vigesémica, de esta tierra.
Es probable que en los últimos sexenios de gobierno el rubro de las publicaciones pasó a un segundo término, o que el confinamiento obligatorio en el periodo pandémico nos trazó "engañosamente" esa idea de que la lectura debe ser en formatos digitales, pero más allá de enfrascarnos y perder tiempo, lo importante es que, a través de este foro, alineado al eje "Semilla de la transformación humanista", se busque colectar ideas en torno a la producción literaria y al fomento de la lectura.
Este espacio, cuyo propósito es reunir propuestas para integrarse al Plan de Desarrollo de Tabasco, ya están marcando el camino y el involucramiento de los sectores culturales.
A manera de contexto, preciso que en mi biblioteca personal he dado cobijo a libros de Francisco J. Santa María, de Félix Fulgencio Palavicini y también a los de Gerardo Rivera. Pero del primer autor solo tengo —en versión impresa— Semblanzas tabasqueñas y Periodismo en Tabasco, menos Crónicas del destierro; y del último autor salvadoreño-tabasqueño —y con ciertas dificultades— adquirí de segunda mano sus libros: Pioneros de la poesía en Tabasco, Los poetas de Tabasco en la Independencia y Revolución y La novela en Tabasco, obras que me llevaron a conocer a otros novelistas tabasqueños y al mismo tiempo a diversos ensayistas.
Tengo los libros Vidas que alumbran, de Isidoro Pedrero Totosáus, pero ya requiere de una reedición, como también la necesita Tipos tabasqueños, de Pepe Bulnes, así como Crónicas del destierro y Periodismo en Tabasco, de Santamaría; Semblanzas, de Jesús Ezequiel de Dios; o las mismas obras de Gerardo Rivera, también autor de La Bohemia Tabasqueña. No debemos de perder de vista que las actuales generaciones desconocen quiénes fueron León Alejo Torres, Marcos E. Becerra, Andrés González Pagés, Alfonso Taracena, etcétera.
De ahí la importancia y preocupación por rescatar estas obras o los textos de Andrés González Pagés, Andrés Iduarte, Julieta Campos, Enrique González Pedrero, entre otros escritores que habrá de proponer la comunidad cultural y literaria de Tabasco. No obstante, es importante mencionar el esfuerzo de Diario Presente y de Casalia Ediciones porque han impulsado las obras de Campos, González Pedrero e Iduarte.
Por ello, resulta necesario proponer la reedición de obras de autores imprescindibles de los siglos XIX y XX (previa valoración en comité editorial) en sus distintos géneros, y la publicación de libros ensayísticos (o de crítica literaria) que aborden la tradición literaria tabasqueña de la novela, el cuento, la crónica, el diario y la carta. Desde luego, este camino también lo han impulsado autores como Miguel Ángel Ruiz, Francisco Payró, Juan de Jesús López, Luis Acopa, y otros; una tarea que asumirá la titular de Cultura, Aída Castillo, una vez se presente y valide el Plan Estatal de Desarrollo.
Colofón
Sobre las propuestas de Didier García Avendaño en torno a la producción literaria y a la profesionalización de escritores con la creación de una licenciatura en Literatura y Lengua, mismas que igualmente presentó en este foro, llamó la atención el diagnóstico expuesto ante el abandono del sector cultural en el rubro de la promoción lectora y de la necesidad de rescatar espacios culturales. Y, sobre todo, el planteamiento hecho sobre la necesidad de crear públicos ante la ausencia de asistentes a las actividades culturales, y la urgente descentralización de los encuentros literarios para que sea en los municipios —tomando en cuenta a las escuelas— donde también se realicen ferias y festivales de las letras. Reitero: los pendientes por hacer son muchos y la comunidad ya dio el primer paso: proponer y hacer.