Cuaderno de notas
Al rescate de la lengua
Un libro es la posibilidad para conservar una lengua. Ante la pérdida de hablantes, un libro permite no solo preservar la lengua de los ancestros sino ponerla al servicio de todo aquel que desee aprenderla.
En nuestro país, las lenguas indígenas han perdido espacio territorial. De pronto escuchamos que una lengua murió con sus últimos hablantes, o escuchamos que, si el único hablante no recibe aprendices para trasmitirles lo que sabe de la lengua, la misma lengua ya está en la ruta de extinción.
En 2018, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) estimó que el 60% de las lenguas originarias, aún habladas, estaban en riesgo de extinción. Las razones: porque no se les valora y porque estas han sido desplazadas a espacios muy reducidos. Se habla entre los caseríos, no así en los espacios públicos.
En 2019, el INALI informó que, en México, 25 millones de personas se reconocieron como indígenas y de ellos 7 millones son hablantes de una de las 68 lenguas indígenas —y 364 variantes— que se hablan en nuestro país.
En Tabasco, de acuerdo con el INEGI, de la población indígena que es de 116 mil habitantes, solo 61 mil (en números redondos) habla una lengua indígena, de los cuales 57 mil hablan el yokot´an o chontal. En Tabasco, como en otros estados, según los censos, otra de las razones para ya no hablar más la lengua, es la discriminación —de los otros— que perciben los indígenas. Sin embargo, chontal y chol, siguen siendo dos lenguas originarias que mantiene un buen número de hablantes en la entidad.
Al principio dije: Un libro es la posibilidad para conservar una lengua indígena. Los lingüistas han hecho un rescate de algunas lenguas en México, como sucedió con un investigador de la Universidad de Indiana que elaboró un diccionario de la lengua ayapaneco que aún se habla —con poquísimos hablantes— en la población de Ayapa, en Jalpa de Méndez, Tabasco.
En tanto, en 2020, se publicó Gramática básica del nahua de Los Tuxtlas (2020), un libro de Mario Xolo Velasco, prologado por el ensayista y traductor José Miguel Barajas.
Con el sello Ediciones Tochan, Gramática básica del nahua de Los Tuxtlas también aspira a preservar esta lengua conocida como "mexicano". Xolo ya hace uso de ésta para la enseñanza del nahua en su natal Bueno Aires Texalpan, municipio de San Andrés Tuxtla en Veracruz.
Xolo, en 2013, le mostró a Barajas algunas anotaciones de su posible gramática. Con la experiencia de Barajas como traductor y con el apoyo de uno de los modelos del antropólogo Andrés Hasler, quien publicó —en 2001—
Gramática moderna del náhuatl de Tehuacán-Zongolica, fue posible hacer Gramática básica del nahua de Los Tuxtlas. Hasler también se involucró en el proyecto.
El libro, de unas 50 cuartillas, presenta dos capítulos: Pronunciación y escritura de la lengua nahua y Morfología de los distintos tipos de palabra que forman la oración; una obra que requirió un trabajo de seis años.
El libro tuvo un tiraje pequeño, pero ya está disponible en plataformas como Amazon y Mercado libre.
Esta Gramática, se lee en el prólogo, es un paso para elaborar un método de enseñanza. En San Andrés Tuxtla, menos del 5% de su población habla el nahua o mexicano. De ahí la importancia de esta Gramática y la conclusión reciente del cortometraje documental Y hablaremos mexicano, presentado hace días en el marco de la Cátedra Interamericana "Carlos Fuentes", en la Universidad Veracruzana.
"En 2019 iniciamos con la filmación del documental, el cual muestra la cotidianidad de los hablantes de la lengua indígena, además del paisaje cultural y ambiental, y la brecha generacional entre sus pobladores", precisó José Miguel Barajas, doctor en Literatura Hispanoamericana por el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias, de la UV.
A su vez, el antropólogo Andrés Hasler sostuvo que la gramática "es algo vivo que está en la mente de los hablantes", que puede ser "anquilosada y rígida, mientras que la realidad y la lengua son cambiantes", para después preguntarse y responderse: ¿Para qué queremos un retrato gramatical de la lengua? Para la reconstrucción de la prehistoria de los pueblos mesoamericanos, que no solo le corresponde a la arqueología, etnohistoria e historia, sino también a la lingüística.
En Tabasco como en Veracruz ha habido un interés, y una preocupación por la conservación y rescate de las lenguas, que aún se oyen, pero estas requieren, con urgencia, ser trasladadas a la escritura.
@Librodemar