¡Fue el árbitro!

Si hay en México algunos ingredientes que generan pasión y polémica, más allá de temas serios como la inseguridad y el desempleo, es precisamente el Fútbol y las Elecciones.

Los estudiosos de la psicología social remarcan en la pasión futbolera una obsesión desmedida y de adrenalina pura, para participantes y fanáticos con un solo objetivo: ganar.

Jorge Luis Borges, consideró este eufórico elemento que inicia con un partido de 90 minutos, compatible con las peores pasiones del ser humano.

Igual, quizás, que los procesos electorales que culminan en una jornada constitucional.

Del encuentro América-Cruz Azul y su desenlace, ya han dado cuenta los analistas deportivos. Pero previó al encuentro, no pocos conocieron del proceso de "inseguridad" que vivió el hoy polémico árbitro Marco Antonio Ortiz, cuya familia recibió amenazas directas de muerte en redes sociales, advirtiendo su desempeño en el controvertido encuentro.

Inseguridad y fútbol, casi igual que las elecciones pues. Y todo terminó como ha sucedido durante muchos años y temporadas ¡siendo culpa del árbitro! con un "americanismo" con más dudas que Salinas en el 88´.

El proceso electoral versión 2024 podría entonces guardar similitud con el llamado ¿Juego del hombre?

El pasado domingo observamos un país dividido en amarillos y azules, que al igual que partidos políticos y candidatos, llenan estadios unos y plazas otros, solo que estos, conservadores vs liberales.

En este mismo espacio, comentamos que las campañas políticas se medirían finalmente en el zócalo capitalino, llenando  unos y otros el también polémico escenario, situación que marca la polarización del electorado mexicano. Llega pues el dos de junio, con un México enfrentado políticamente hasta las médulas.

Por supuesto que la inseguridad, como le pasó al "gato Ortiz" antes de pitar el encuentro, genera un  elemento adicional a un proceso electoral que para muchos, ya está definido.

Doce de las principales encuestadoras serias en el país, coinciden y dan tendencias a favor de la 4T, cuya fuerza electoral descansa en 23 estados gobernados por los guindas. Juegan pues como el América el domingo pasado, en su cancha y con su gente.

Esas mismas tendencias, justo es reconocerlo, brindan un  tercio de posibilidades a la alianza opositora, lo que genera también condiciones de que el ganador, no se lo lleve todo, reflejándose un escenario de alta competencia en los espacios para el Congreso de la Unión, que es donde se concentrará la disputa.

Sin embargo el principal reto para Morena y desde luego también para los partidos políticos opositores, es que los electores -como en el fútbol- no se queden en la comodidad del hogar el día de la jornada electoral, a observar el partido por televisión o a través de las redes sociales.

Las tendencias de posible participación electoral ciudadana, están marcadas por los problemas de inseguridad en muchas zonas del país - en el que ya está incluido Tabasco-, alejando de las urnas a una buena parte de los ciudadanos sin partido, particularmente.

De los resultados el próximo domingo en tanto, es saber si habrá o no "voto masivo" como en 2018, de no ser así, pues como en los partidos del azteca, ya sabremos resultado y con la culpa del silbante.

Veremos.

Kybalión.- Comentaba con una estimada periodista, que el escenario en Centro, está más que pintado a partir de las declaraciones de Humberto de los Santos Bertruy el pasado fin de semana, en el sentido de la presunta existencia de la compra de votos en la elección de este domingo.

La suma de Fernando Mayans, Feliciano Wong, Diana Calzada, Alcides Mena, para denunciar en un mismo escenario "elección de estado", estaríamos observando a partir de la confirmación de los resultados a favor de Yolanda Osuna.

Algo muy particular en las jornadas electorales es precisamente eso: la oposición se une, cuando ya no hay nada que hacer. De haber sumado todos estos proyectos antes del dos de junio,  las tendencias pudieran haber cambiado.

Por lo tanto, como en el fútbol, tendrán que recurrir al "VAR". Pero el árbitro, como sucedió en el azteca, sostendrá la pena máxima.

Veremos.