Escritor de personajes y tradiciones.-

Durante todo el año la mayoría de los artesanos que se dedican al oficio de la fabricación de piñatas de diversas formas, figuras y distintos materiales, exponen estos productos, según las cantidades que le soliciten.

• Pero como todos sabemos en estas fechas decembrinas hay mucha demanda y cada artesano presenta sus mejores diseños y acabados como es el caso de la tabasqueña Karla Marín Campos quien estudió la Licenciatura en Enfermería, pero por diversas causas, se ha dedicado a emprender varios oficios en su vida cotidiana como es el caso de diseñar piñatas, dándole siempre un toque especial

De la misma manera, Karla nos platica que desde hace 5 años comenzó a realizar piñatas, esto debido a algunas cuestiones económicas para tener un ingreso extra y aparte la realización de manualidades ya que siempre le han gustado 

Así mismo nos confirma que en esta época fabrica piñatas de 4, 7,12 y 15 picos, además de figuras navideñas, y para hacerlas usa diferentes materiales como periódico, cartón, papel, crepé, diversos colores, resistol, fomi etc.

Finalmente, la profesionista artesana nos platicó que esta temporada ha sido de sus favoritas y una de las razones es que le recuerda su infancia, al hacer este trabajo le inspira paz, de igual manera aprendió a realizarlas por medio de tutoriales.

• También agradece a este medio informativo El Sol del Sureste por difundir su artesanía y los que deseen obtener sus productos se encuentra en el municipio de Cunduacán Tabasco, en la colonia Abraham de la Cruz sin número.

EL ORIGEN DE LAS PIÑATAS

La tradición de la piñata en México se originó de los antiguos mayas y aztecas, quienes jugaban a un juego que consistía en romper una olla de barro que se balanceaba por medio de una cuerda, con los ojos vendados. 

Estas ollas de barro se colocaban en un poste en el templo que en ocasiones se llenaba de granos o frutas que representaban la abundancia o los favores otorgados por el dios. 

• A la llegada de los españoles a México, los misioneros también trajeron la versión europea de la piñata que se utilizó para atraer a los nativos a sus ceremonias católicas.

La piñata como la conocemos hoy fue introducida por los misioneros españoles en México alrededor del mismo tiempo en el que las posadas se originaron en Acolman de Nezahualcóyotl, Estado de México. 

Las primeras piñatas originalmente tenían la forma de una estrella con siete picos. Cada pico representaba los siete pecados capitales y los colores brillantes de la piñata simbolizaban la tentación.