Además, pueden padecer palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria, aturdimiento y pérdida del control, entre otros
La convivencia entre perros y gatos es posible y es más común de lo que crees, te decimos cuatro consejos para que tu lomito y tu michi se vuelvan mejores amigos