El estiércol de las gallinas de las granjas se pone al aire y al sol para transformarse en composta orgánica, lo que ha provocado una plaga de moscas en las localidades situadas a 30 kilómetros a la redonda.
Las moscas mantienen el equilibrio ecológico de la Tierra: su función es regresar esta energía al ambiente para que se recicle y ocupe otras formas de vida