El Panteón Central guarda restos de grandes ilustres tabasqueños
Un 'silencio' con muchas historias
Con el correr de los años, cientos de historias han surgido de los 45 mil 334 metros que tiene el principal camposanto de la ciudad de Villahermosa que es comúnmente conocido como "el Panteón Central".
Sin embargo, casi nadie ha contado la historia de este inmueble que data del año 1817, donde están asentados algunas edificaciones de hombre ilustres tabasqueños quienes le dieron libertad en diversos momentos a lo que hoy es conocido como la República Mexicana.
Hombres como el Teniente de Caballería Fulgencio López García, o el general de brigada Aureliano Ravelo García, sin dejar atrás al general Pedro C. Colorado o el Teniente Manuel Rodríguez Lara, por mencionar algunos de ellos.
"EL SILENCIO"
Panteón que fue construido con divisiones que fueron inspiradas en la tradición mortuoria de los indígenas quien en el ámbito popular, le pusieron por nombre como "El silencio", donde yacen los cuerpo desde un adulto hasta un niño a la perpetuidad.
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Cuenta con la cantidad de 14 mil 340 lotes o espacios que ya fueron totalmente ocupados; donde se logran apreciar grandes esculturas de aquellos años de antaño donde Lagunas "gárgolas" y "querubines" atraen la mirada de propios y extraños.
Las leyendas al interior de este "Camposanto" son muchas, sobre todo al acercarse las festividades de los primeros días de noviembre; donde los ciudadanos que viven a sus alrededores han escuchado desde el sonar de una guitarra, canticos espirituales, luces que se esconden; hasta lamentos de almas.
Pero eso, es en la actualidad, ya que cuando fue construida estaba totalmente retirado de lo que era la ciudad de San juan Bautista (hoy Zona Luz), donde los deudos caminaban para enterrar a sus difuntos con la finalidad de que alcanzarán la vida terrenal.
- Contando con un total de 40 tumbas que son consideradas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como parte del patrimonio cultural de la ciudad y aquellas que datan de los tiempos de Tomas Garrido Canabal y que –por el tipo de material—se observa que ya son más modernas.