Universidades: crisis largamente anunciada; once instituciones al borde de la quiebra
*Sin recursos para pagar y sin rescates; acabar privilegios *UJAT con un déficit de 600 millones de pesos: Narváez
DESDE hace por lo menos dos años se evidenció la crisis financiera y de administración en las universidades públicas del país. Los tiempos de bonanza, que no llegaron a los verdaderos profesores investigadores que son la columna vertebral de los centros de estudio, propiciaron el derroche…y la quiebra. En agosto de 2019 se reportó que 11 instituciones de educación superior –entre ellas la UJAT de Tabasco- tenían ya problemas para pagar hasta la nómina de los trabajadores.
En mayo pasado, fue el propio Luciano Concheiro, subsecretario de la SEP, quien informó a los rectores sobre la cancelación de recursos extraordinarios, los llamados “rescates” a las universidades públicas. En 2019 se habían destinado 2 mil 300 millones para cubrir los compromisos financieros de esta instituciones a cambio de “realizar ajustes presupuestales y modificaciones estructurales”. Pero cargaban un “pasivo histórico” de unos 16 mil millones de pesos.
La historia se repetía, porque a finales del 2018 fueron otros 2 mil 500 millones de recursos extraordinarios para nueve casas de estudio que estaban al borde de la debacle financiera…entre estas la UJAT.
NO SE ACTUÓ A TIEMPO
RESULTA paradójico que las universidades públicas estén en una situación que pone en riesgo el trabajo de enseñanza, investigación y creación del conocimiento acumulado, precisamente cuando llega a la Presidencia un fervoroso convencido de la educación pública. Recordemos que Andrés Manuel López Obrador lanzó, como uno de sus más importantes proyectos, la creación de cien universidades en todo el país y la integración de la Universidad de la Salud.
De lo que sucede actualmente en las universidades estatales si algo sorprende es que por lo menos desde el 2015, cuando se iniciaron los recortes presupuestales de la Federación –por la disminución en los ingresos petroleros-, las autoridades universitarias debieron iniciar una revisión profunda de sus finanzas. Algunas lo hicieron; otras han sido ejemplo de manejo escrupuloso y no han necesitado “rescates”.
Además resultaba notorio que los gobiernos resultantes del llamado “modelo neoliberal” poco interés tenían en las universidades públicas que convirtieron en feudos de grupos político-partidistas.
En el caso de Tabasco, al dejar el cargo en el que despachó ocho años José Manuel Piña Gutiérrez negó que dejaría una institución quebrada; por el contrario –dijo en enero de este año- el presupuesto de la institución incrementó en un 28 por ciento con relación al 2019. Aunque, como sabemos, ya por dos años consecutivos los trabajadores docentes, administrativos y de intendencia, habían estado en dificultades para cobrar sus salarios decembrinos (2018-2019).
EMBARGOS Y CUENTAS CONGELADAS
EL ACTUAL rector Guillermo Narváez Osorio, ex secretario de Educación estatal, tiene otros datos: encontró una universidad con un déficit superior a los 600 millones de pesos y una multa de 680 millones de pesos por impuestos no pagados al Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Dijo el también ex presidente del Tribunal Superior de Justicia en una reciente entrevista con Tele-reportaje: “Del 2014 hay dos contratos, esos sí los recuerdo muy bien, más de 500 millones, en donde no se pagó el IVA y el ISR, se generó una demanda por parte del SAT; el rector (Piña) me dijo ´no te preocupes, yo lo estoy viendo´ y a la semana que tomé posesión vino la resolución del SAT donde me dice el SAT que no se justificó, no se pagó el impuesto”.
Pero no sólo eso, añadió, “quisieron justificarlo con una serie de facturas que ahora están dentro del grupo de las factureras y se le impuso una multa a la universidad de 680 millones de pesos. Precisamente ayer (julio 8) firmé la segunda demanda que interpuse en el Tribunal Fiscal de la Federación, para evitar que me embarguen y que congelen las cuentas. Estamos peleando (…)”
Hay entre los pendientes, de acuerdo al propio rector Narváez, esclarecer algunos contratos realizados por la anterior administración con Pemex (buena parte de estas operaciones fueron puestas en evidencia por el investigador Javier Herrera), al tiempo que continúa abierta la investigación por la denominada “Estafa Maestra”. Este último caso involucra a ocho universidades y 11 dependencias en el manejo irregular de 7 mil 670 millones de pesos.
En este contexto, Narváez Osorio enfrenta una difícil negociación con los sindicatos universitarios. Es algo que está sucediendo también en por lo menos otras diez instituciones similares. El tema llegará a la agenda presidencial.
AL MARGEN
SE AFIRMA que en Morena existe un conflicto entre dos grandes bloques: los radicales y los moderados, pero esto sería si las tensiones internas tuvieran que ver sólo con la profundidad y velocidad del proyecto de transformación encabezado por Andrés Manuel López Obrador. No es así: hay también un evidente choque de intereses más inmediatos relacionados con el reparto del poder. Es, pues, una mezcla explosiva que –aunque no es lo mejor- sólo podrá ser resuelta por el fundador del movimiento que busca ser partido.
EN EFECTO, México –y por lo tanto Tabasco- se encuentran en el difícil momento de encontrar un equilibrio entre el cuidado de la salud y el cuidado de la economía, que también es salud. Se requiere una gran responsabilidad de población, gobierno y empresarios.
CON GRAN éxito se inició ayer el Seminario de Investigación literaria, producto de un acuerdo entre el Colegio de San Luis y la Secretaría de Cultura de Tabasco. De 44 aspirantes fueron seleccionados 25. Un excelente comienzo. (vmsamano@hotmail.com)