Trabajar para pagar la deuda pasada limita la inversión

Trabajar para pagar la deuda pasada limita la inversión

Le decía que es mejor una economía estable, bien organizada, que sólo acumular reservas, como lo hace el Banco de México.

Consideremos que en el año 2000 los Ingresos Federales sumaban aproximadamente el 17% del PIB, con una tasa de interés promedio del 7%; la Deuda cobraba el 1.4% del PIB, equivalente al más del 5% de los Ingresos Públicos Federales (Gobierno más Organismos). Es decir, en aquel año  el Gobierno Federal no contaba con un margen de inversión si no fuera con una ampliación de su deuda. Pero, mucho peor, en 2018, la cifra comparativa con los mismos supuestos es más del 11% de los Ingresos Públicos Federales.

Es decir, TANTO EL GOBIERNO FEDERAL COMO SUS ORGANISMOS TRABAJAN PARA PAGAR LA DEUDA PASADA YA ACUMULADA, y sus limitadas acciones de Inversión provienen de una expansión de su endeudamiento, a veces mínima como en la Administración Federal actual, y a veces a toda velocidad como en las tres administraciones anteriores.

Le decía que la política de acumular Reservas tiene costos grandes para el país. Esencialmente, el Banco de México adquiere dólares que de otra manera contribuirían a suavizar la devaluación del peso. Es decir, el BdeM compite con los adquirientes de dólares para agregar sus requerimientos a la curva de Demanda por dólares ante una curva de Oferta limitada. Es un tema que se trata en detalle en la primera clase de Economía.

El verdadero trabajo del Banco, a nuestro criterio, está en aumentar la Oferta de dólares y reducir la Demanda, ambas en forma permanente. Conforme la Economía Nacional se va integrando a la mundial (o cuando menos la estadunidense), cada empresa e individuo saca sus propias cuentas, y además actúa atesorando aquellas reservas que considera prudente.

Desde luego, existe una Reserva Nacional con el Banco de México también, pero ese instrumento es verdaderamente momentáneo y para paliar posibles crisis que son de origen especulativo o psicológico, mas no económico. Las crisis de origen económico nacen en el seno de la Economía Nacional y se basan en una conducción equivocada de la política económica. El Banco, y todas sus Reservas, serán avasalladas si se para ante una estampida por estar desilusionada la gente y las empresas por la mala política económica.

APRENDAMOS DE LOS ERRORES

De hecho, hay un ejemplo claro del error del principal inversionista de los Estados Unidos, J. P. Morgan, quien, con un grupo de adinerados, en un esfuerzo quijotesco por frenar el colapso de la Bolsa de Valores de Nueva York en la Gran Depresión, ofreció comprar toda acción que se quería vender cualquiera de General Motors a un precio fijo. Pues, todas sus “reservas” fueron agotadas antes del fin del día y la Bolsa continuó su colapso sin impedimento alguno.

Así, la salvación nacional está en una política económica excelente, una que reduce poco a poco el peso del Endeudamiento Público, principal causa de los déficits gubernamentales y las devaluaciones consecuentes. Las Reservas desempeñan un rol, pero solo hasta un monto limitado. ¿Cuánto pudiera ser ese monto? En todo el periodo 2000 – 2018, la disminución de las Reservas, de un año a otro (de 2014 a 2015), fue un máximo del 8.5% del total. Y desde luego, ese monto restado de las Reservas en 2015 fue repuesto pronto.

Pero, desde luego, el público mexicano ha sido alimentado con el cuento de que más y más Reservas es el mejor camino para el país. Es como decir a un individuo que, para protegerse ante una eventualidad imprevista, debería de contar con más reservas en su banco, aunque tenga que dejar su familia sin techo, ropa, salud y alimentos. Simplemente, el balance, fundamental en la buena política económica, es ignorado.

Además, todavía quedan en la memoria nacional las grandes devaluaciones con un Banco impotente para hacer algo en el momento, realmente un conejo espantado más entre muchos. Pero, más nunca es mejor, ya que se refiere el primer término a la cantidad de algo, y el segundo a su calidad. Pero, aunque multiplicáramos el porcentaje de Reservas realmente usadas para defender el peso por 5, quedamos con la conclusión de que solo requiere el país la mitad de las Reservas que tiene.

Ahora bien, no propongo que el Banco se deshaga de la mitad de sus Reservas. Ya los ha acumulado con grandes esfuerzos.